Un lugar en silencio: lo bueno, lo malo y lo feo

La nueva cinta de terror Un lugar en silencio (A Quiet Place), escrita, protagonizada y dirigida por John Krasinski, ha recibido extraordinarias críticas. ¿Realmente es tan buena? Aquí te lo decimos.

Casi puede catalogarse como una película muda, pues no hay diálogos en gran parte del filme. Un lugar en silencio ha sido aclamada por los fanáticos del género de suspenso. Estrena este fin de semana y te decimos lo bueno, lo malo y lo feo de la cinta de John Krasinski.

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Lo bueno, lo malo y lo feo de Un lugar en silencio

LO BUENO

Es una silenciosa experiencia colectiva

La película va de un futuro distópico donde, para no ser atrapados por unos alienígenas que han invadido la Tierra y cuentan con un sentido del oído superdesarrollado, una familia trata de sobrevivir no haciendo el menor ruido. Para ello se comunican únicamente por señas, van descalzos y usan señales visuales para indicar peligro. Se trata de una experiencia inusual, donde toda la sala de cine permanece en silencio junto con los personajes en la pantalla. El terror se vuelve experiencia colectiva a través del silencio.

La tensión es inevitable

El silencio resulta ser más perturbador de lo que uno pensaba. El 90% de la película transcurre en silencio, acompañada únicamente por momentos de música incidental. La audiencia se involucra como pocas veces sucede en este tipo de cintas: más allá del jump scare, el silencio que permea en la sala se vuelve un elemento de tensión constante del cual es imposible escapar.

Bien actuada y mejor dirigida

Protagonizada por Emily Blunt (esposa del propio Krasinski) y la actriz sordomuda Millicent Simmonds, A Quiet Place es una cinta que exige disciplina por parte del público, pero a su vez cuenta con una dirección rigurosa que entrega atmósferas ominosas, un relato bien armado y buenas actuaciones en un filme que se permite jugar con las posibilidades narrativas de un género que muchas veces se conforma con el susto fácil.

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LO MALO

En cierto punto, el guion deja de ser creíble

Llega un momento, ya por el final de la cinta, en el que las situaciones que plantea ya no son sostenibles, rayando por momentos en lo inverosímil dentro de su propio juego. No es algo que demerite la experiencia, pero tampoco se puede dejar pasar tan fácilmente.

LO FEO

Cierto público no entra en el juego

Sabemos que hay gente que entra al cine y simplemente no puede guardar silencio. Eso es particularmente molesto en esta película, donde parte del experimento se trata precisamente de permanecer callado por hora y media. Así pues, de favor, si son de los que van al cine a platicar, o si les encanta contestar sus mensajes de whats a media película, mejor vayan a ver la nueva de Adrián Uribe y dejen a los demás vivir esta experiencia como se debe.