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Yo soy Simón: lo bueno, lo malo y lo feo

Por: Alejandro Alemán 20 Abr 2018

Aquí la reseña de Yo soy Simón, la película romántica más aclamada de esta temporada. ¿Vale la pena que la veas? Te decimos lo bueno, lo malo y lo feo

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Ya vimos la película romántica de la temporada: Yo soy Simón, una comedia digerible que retoma temas como la diversidad y el respeto, ¿vale la pena?

Yo soy Simón, es una comedia romántica con una característica que la hace diferente: el protagonista es un joven adolescente cuyo conflicto es el secreto sobre su sexualidad, ya que no le ha confesado a sus padres y amigos que es gay.

¿Realmente es tan buena como dice la taquilla?, aquí te lo decimos.

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Lo bueno, lo malo y lo feo de Yo soy Simón

 


LO BUENO

Su estilo emula al cine de John Hughes

Al fin y al cabo comedia romántica, hay muchos momentos y personajes que nos recuerdan al cine de John Hughes (The Breakfast Club, Ferris Bueller’s Day Off, Sixteen Candles). Queda claro que estas cintas fueron la inspiración de Greg Berlanti al dirigir Yo Soy Simón, haciendo de esta un divertido coming of age.

Mucho humor, cero drama

Probablemente la característica más loable de la cinta es que se entrega por completo al género de la comedia romántica. Si bien el personaje principal tiene un conflicto (salir o no del clóset), esto no deriva en gran drama, al contrario, la homosexualidad de Simón será tratada como una circunstancia más en la vida de un adolescente.

Los prejuicios caen

El tema de la homosexualidad no es común en las comedias románticas de corte comercial. La homosexualidad misma es un tema que parecía exclusivo del cine indie o del llamado cine de arte. Al ser esto una cinta comercial (incluso familiar), ayuda a que los prejuicios sobre la homosexualidad cada vez sean menos.

 

LO MALO

Una vida demasiado perfecta

Simón tiene todo lo que un adolescente promedio puede soñar: padres amorosos, un sólido grupo de amigos, va una escuela modelo e incluyente  y vive en el típico suburbio de clase media alta (hasta su recámara es increíble). Tanta perfección minimiza el conflicto: queda claro desde el inicio de la película que cuando Simón decida salir del clóset, nadie en su entorno -ni sus amigos, ni sus padres ni sus compañeros de escuela- lo va a discriminar, sino al contrario, lo apoyarán de inmediato.

Una adaptación muy “limpia”

Basada en la novela escrita por Becky Albertalli, Simon vs. the Homo Sapiens Agenda, el guión escrito por Elizabeth Berger e Isaac Aptaker elimina pasajes y características en los personajes que podrían hacerlos no tan “agradables” para las grandes audiencias, por ejemplo, en la novela Simón es más cínico, y en la conversación que sostiene con su amigo anónimo, hay momentos donde fantasean sobre una posible relación sexual. Nada de eso se ve en la película.

LO FEO

La regla es no incomodar

En su afán por hacer de esto una comedia que apele a las grandes audiencias, sin perturbar o incomodar al público de manera alguna, la cinta evita a toda costa hablar de o mostrar escenas sexuales. ¿No es raro que en una cinta sobre sexualidad no se asome el sexo por ningún lado?