¿Ya lo viste? El Templo Mayor iluminado, y los edificios a su alrededor, es un nuevo atractivo turístico del Centro Histórico. ¡Disfrútalo!
Disfruta por las noches de los vestigios aztecas con el Templo Mayor iluminado y descubre la colosal arquitectura de esta zona arqueológica
En sí mismo, el Centro Histórico de nuestra ciudad es uno de los puntos más emblemáticos y bellos de la ciudad. En medio de sus calles encontramos cultura, gastronomía y arte, sin tomar en cuenta los cientos —de miles— de secretos que podemos descubrir en cada una de las edificaciones que rodean el primer cuadro de la ciudad. Si a esto le sumamos que el panorama cambia al caer la noche con la iluminación del Templo Mayor, descubrirás un lugar al que querrás volver una y otra vez sin cansarte.
La Secretaría de Cultura y el Gobierno de CDMX entregaron la segunda fase de iluminación de la zona arqueológica que ofrece a los visitantes, tanto dentro como fuera del recinto, descubrir nuevas texturas y matices sobre los vestigios de una de las culturas prehispánicas más destacadas en la historia nacional. Esta nueva vista nocturna al Templo Mayor se debe a la instalación de 355 proyectores LED de 50 watts, ¡última tecnología para apapachar a los visitantes!
El objetivo de este proyecto —el Templo Mayor iluminado—, además de embellecer la zona, es promover el cuidado de las construcciones y así evitar un daño al los edificios que forman parte del patrimonio. Cabe destacar que además de las ruinas arqueológicas, estos proyectores también dan nueva luz a los edificios que se encuentran alrededor como el Palacio de la Autonomía y la librería Porrúa. En palabras de Miguel Ángel Mancera, jefe de gobierno de la ciudad, la siguiente alcanzará un costado de la Catedral Metropolitana y el edificio del Monte de Piedad.
Por otra parte, y en ese mismo sitio, arqueólogos investigadores miembros del Proyecto Templo Mayor reportaron el hallazgo del esqueleto de un niño y una lápida que tiene grabada una águila real. Estos descubrimientos se dieron mientras continúan las excavaciones en la búsqueda de los restos de un manantial sagrado y la escuela de de canto, el cuicacalli.