Más cerca de un horario fijo

Tras el repliegue en el Senado del Morena, frente a la falta de los votos necesarios para aprobar una reforma constitucional que avalara la integración de la Guardia Nacional a las fuerzas armadas, y el inminente fracaso en la discusión de una reforma electoral que se advierte imposible, ambas con la rúbrica presidencial, la Cuarta Transformación va esta semana por una victoria fácil en un tema en el que hay consenso entre prácticamente todas las fuerzas políticas: la derogación del horario de verano.

Es muy escaso lo que tiene para presumir el presidente Andrés Manuel López Obrador durante esta segunda mitad de su mandato, ya que muy poco o nada ha podido hacer su partido en un Legislativo al que le ha faltado la fuerza requerida para imponer la voluntad presidencial y ni siquiera en un tema tan terso la cosa ha sido fácil, ya que la paternidad de la propuesta es reclamada no solo por el mandatario, sino por otras fuerzas políticas como el PRI, el PAN y el PRD.

Ciertamente desde que fue impuesto en 1997 por Ernesto Zedillo, el cambio de horario generó molestia entre la población, una incomodidad de la que la ciudadanía se acordaba las dos primeras semanas para luego echarla en el olvido, nada que ver con la encuesta realizada por la Secretaría de Gobernación en el primer semestre de este año en la que, sin una metodología clara, se específica que el 71% rechaza la modificación de horario.

Pese a que durante 2021 el horario de verano produjo un ahorro económico de mil 138 millones de pesos, para la secretaria de Energía, Rocío Nahle, el cambio no tiene un impacto significativo. Ni que decir de la argumentación expresada por el secretario de Salud, Jorge Alcocer, quien en defensa de la iniciativa presidencial ha señalado que diversas sociedades internacionales del sueño (sin especificar cuáles), recomiendan un horario sin cambios, privilegiando el de invierno, ya que promueve un ritmo biológico más estable, mejora el rendimiento intelectual, ayuda a prevenir enfermedades del corazón, obesidad, insomnio y depresión, más aún, en contra ha señalado que el cambio de horario aumenta las ideas suicidas… what?

Ya es una realidad que la alternancia en el horario habrá de desaparecer, tal vez, en lugar de enfrascarnos en discusiones estériles deberíamos aprovechar la coyuntura para elegir el mejor de los mundos. En la Unión Americana también hoy se debate sobre la pertinencia de contar con un horario sin modificaciones, pero a diferencia de lo que ocurre aquí en nuestro país, se está valorando mantener únicamente el horario de verano, ya sin cambios. De esta manera se mantendrían los ahorros energéticos y no habría trastornos para la salud, pero sobre todo nos permitiría disfrutar de más horas de luz una vez finalizadas nuestras actividades laborales dándonos la oportunidad de estar más tiempo al lado de nuestras familias o bien pasando más tiempo al aire libre durante las tardes. Harían bien los legisladores en analizar también esta posibilidad.

Amoníaco transportador de hidrógeno

Trafigura, uno de los principales suministradores de commodities a nivel global con sede en Suiza, y Amogy, estadounidense especializada en utilizar amoníaco como energético libre de emisiones, llegaron a un acuerdo para estudiar el uso de ese compuesto químico para transportar hidrógeno bajo en carbono desde el punto de producción hasta el punto de consumo.

Ambas compañías analizarán la viabilidad y rentabilidad del craqueo de amoníaco a escala industrial, lo que contribuirá a descarbonizar el transporte y los procesos industriales pesados, así como reducir las emisiones de carbono para cumplir con los objetivos climáticos globales.

Trafigura está buscando fuentes de energía bajas en carbono, así como las tecnologías que permitan transportar grandes volúmenes de combustibles de cero emisiones. El amoníaco es un portador de hidrógeno idóneo por su alta densidad, lo que facilita el transporte de ese elemento en largas distancias. Por su parte, Amogy tiene patentada la tecnología de craqueo (separación de moléculas) que permite separar el hidrógeno del amoníaco, buscando su aplicación a mayor escala y a costos competitivos.

Actualmente hay cuatro tipos de hidrógeno como combustible, siendo el más común y contaminante el hidrógeno gris. Se está avanzando la tecnología para su obtención, almacenamiento y traslado de la manera menos contaminante posible, con proyecciones de resultados en menos de 10 años. Tan solo Europa tiene como objetivo 20 millones de toneladas de consumo de hidrógeno para 2030. De ahí la importancia de los estudios que realicen Trafigura y Amogy.

Más autos chocolates

El pasado 19 de septiembre, a la industria automotriz se le movió dos veces el piso: una por el temblor, y otra por la publicación en el Diario Oficial de la Federación del decreto que amplia hasta el 31 de diciembre de este año la regularización de los vehículos usados de procedencia extranjera -los llamados autos “chocolates”-, aplicable a catorce estados de de la República.

No sólo una competencia desleal sino un balazo en el pie a la economía mexicana, considerando que la industria automotriz es el primer generador de divisas, somos el quinto exportador de vehículos ligeros, séptimo fabricante de vehículos a nivel mundial, el primero en América latina, representa el 3.5% del PIB nacional y genera cerca de un millón de empleos, de acuerdo a la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).

La AMIA manifestó su inconformidad con la ampliación del decreto, el cual beneficia a vehículos fuera de regulación alguna en materia de seguridad vial y pública, ambiental y comercialización, quedando en franca desventaja el mercado regulado de autos usados y nuevos. Asimismo, señaló la afectación al sector de electromovilidad, el cual no puede desarrollarse plenamente frente a la competencia desleal de los autos “chocolates”, de los cuales se estima que casi 700 mil han ingresado al país sólo de enero a agosto de este año.

Cabría preguntar si esta situación podría dar pie a otra inconformidad, ahora por parte de las automotrices estadounidenses, en el marco del T-MEC.

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