Escorfin se reestructura

Con más de 20 años Grupo Escorfin, encabezado por Roberto Guzmán, tiene inversiones en sectores como el inmobiliario, minero, turismo, energías limpias y préstamo con descuento de nómina, entre otros.

Actualmente, derivado de la pandemia, el escenario geopolítico y nacional, Escorfin se encuentra en una reestructuración con el objeto de seguir cumpliendo con sus obligaciones y lograr el mayor beneficio para quienes han confiado en ellos. De las emisiones con que cuenta el grupo, el 69% han sido pagadas totalmente o fueron reestructuradas de manera exitosa, quedando el resto en negociaciones para su reestructuración con expectativas positivas para ello. Están en ello.

Equivocadamente, Escorfin ha sido relacionado con Corafi, grupo con el cual no tiene ningún vínculo. También se ha pretendido confundir con asuntos particulares como demandas con antiguos accionistas de la Casa de Bolsa propiedad del mismo grupo, cuando lo cierto es que, en todo este tiempo, Escorfin ha rendido buenas cuentas y ha cumplido con todos sus compromisos con sus accionistas, inversionistas, clientes y empleados.

Sheinbaum, argumentos de campaña

De poco o nada parece estar sirviendo el roadshow emprendido por la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, para “ilustrar” a una población incrédula, pero sobre todo informada sobre los presuntos éxitos alcanzados durante los últimos cuatro años de su gestión, una gira que ya la llevó al Auditorio Nacional, que contempla las 16 alcaldías y por supuesto llevar a su cúspide en el Congreso de la Ciudad de México, pero cuyo propósito último, huelga decirlo, es su promoción como candidata del Morena a la Presidencia de la República aprovechando las ventajas que su cargo le permite.

Pese a la intensa labor de relaciones públicas emprendida por su mentor, quien ve en ella la única forma de continuidad a su proyecto, y por qué no, de seguir gobernando desde la banca, su aparente liderazgo no ha logrado germinar por más que ha buscado sembrar entre los ciudadanos de la capital. Son varias las muestras de rechazo; éstas se empezaron a reflejar desde 2021 durante las elecciones de medio término, cuando la oposición le arrebató poco más del 22% de los votos que había obtenido en 2018 junto con más de la mitad de las alcaldías; al año siguiente vino un segundo revés, cuando no consiguió la participación suficiente en el proceso presidencial de revocación de mandato. Si esto ocurre en su feudo, ya podemos anticipar la tragedia que se podría estar gestando en sus aspiraciones a nivel nacional.

Una encuesta publicada el martes por el diario El Financiero coloca en números algo que va más allá de la percepción, algo que se acerca más a la inconformidad de una clase media que lo único que ha recibido de la Cuarta Transformación son golpes y desprecios y que espera pacientemente la hora de ajustar cuentas en las urnas.

Según el diario, el 50% de la población aprobaba su trabajo, mientras que el 48% se encontraba inconforme, una tendencia que podría poner en riesgo su viabilidad como aspirante a contender por la silla presidencial, partiendo del hecho de que aún no hay un aspirante claro de la oposición y que sus rivales de partido, Adán López y Marcelo Ebrard, la están dejando desgastarse en lo que parece el juego del “coyote”, en donde este último podría estar sacando la mejor parte.

Los otros datos juegan en contra de la jefa de gobierno. Mientras asegura que durante su gestión se han reducido en 54% los delitos de alto impacto, la ciudadanía le otorga 29% de opinión favorable, 60% dice estar insatisfecho. En la que tendría que ser otra de sus fortalezas, la economía, tras la aparente recuperación luego de la pandemia de covid-19, también hay divergencias, 26% considera que las cosas van bien, y 61% ve que la situación ha empeorado, al margen de que la inflación sea o no responsabilidad local.

Eso si la gente está muy conforme con el funcionamiento de las alertas sísmicas. Bien haría la funcionaria en tener el oído atento a esos altavoces, no vaya a ser que la tome descuidada un terremoto de proporciones descomunales, que la descarrile y junto con ella a su partido.

El PAN y el cascabel al gato

La primera cualidad que debe tener un aspirante a la Presidencia es la voluntad de ser. Muchos buenos políticos y mejores funcionarios con todas las capacidades y cualidades para ser primeros mandatarios de su país e incluso su terruño, no lo han sido por el simple hecho de que no está en sus planes. Se pueden mencionar varios nombres de quienes podrían ser, pero la primera criba que pasan es si en verdad lo desean.

Teniendo como sede el WTC de la Ciudad de México, el PAN inició sus foros “Cambiemos México ¡Sí hay de otra!”, donde se presentaron algunas de sus cartas presidenciales para el 2024. Ahí estuvieron Maru Campos, gobernadora de Chihuahua; Mauricio Vila, de Yucatán; Santiago Creel, presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, y Juan Carlos Romero Hicks, diputado federal y, para más señas, exgobernador de Guanajuato y exsenador por el mismo estado. Qué tan ocupada tendría su agenda en domingo o cuántas ganas tendrá de encartarse el gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri, que mejor mandó un video.

Cuando uno se encuentra con un aspirante como Creel que cree que la única manera de vencer a Morena es mediante una gran alianza, o que si su capital no le alcanza se sumará a quien sí; o como la chihuahuense Maru Campos que dice que si la necesitan en 2024, ahí estará, pero mientras sigue de gobernadora; o que yucateco Mauricio Vila no levanta la mano cuando lo destapa a fuerzas Marko Cortés, pues se entiende por qué muchos apuestan más por ver a Marcelo Ebrard o a Ricardo Monreal encabezando a la oposición. Se vió más convincente y echada para adelante a Lilly Téllez cuando dijo que quiere ser presidenta para meter a la cárcel a AMLO y su gabinete… ¡y ni siquiera la invitaron al foro!

Hace 25 años, habían pasado las elecciones de medio término cuando Vicente Fox, entonces gobernador de Guanajuato, anunció que quería ser presidente de México y sacaría al PRI de los Pinos. Lo logró, a pesar del partido en el gobierno y del propio PAN, donde incluso trataron de subir a la competencia al entonces gobernador de Chihuahua, Francisco Barrio. La apuesta era arriesgada, pero había la voluntad para lograrla, cosa que no se ve hoy en el blanquiazul.

Es lamentable que el PAN se aferre a una alianza con un PRD que suma cero y con un PRI en vías de extinción y que se mimetiza cada vez más con Morena, cuando es el único antagonista natural con la capacidad para hacer competencia al partido gobernante, pero con ratones que no quieren ponerle el cascabel al gato.