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“Fui un drogadicto funcional”: guitarrista de KoRn

Por: Jafet Gallardo 26 Abr 2016
Por Arturo J. Flores @ArturoElEditor Este video te puede interesar   Brian “Head” Welch, guitarrista que regresó a las filas […]
“Fui un drogadicto funcional”: guitarrista de KoRn

Por Arturo J. Flores

@ArturoElEditor

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Brian “Head” Welch, guitarrista que regresó a las filas de KoRn hace tres años luego de haber abandonado a la banda en 2005, presentó ayer en México sus libros autobiográficos Save Me from Myself: How I Found God, Quit Korn, Kicked Drugs, and Lived to Tell My Story (2007) y With My Eyes Wide Open: Miracles and Mistakes on My Way Back to KoRn (2016). Sostuvimos una entrevista exclusiva con el guitarrista, que durante la conferencia de prensa se refirió al extremismo religioso que desató los ataques terroristas en París en noviembre de 2015. “Dios no es un tipo religioso”, dijo. “A él sólo le interesa establecer una relación con las personas, pero han sido las personas y la religión quienes lo han vuelto tan controversial”. Este martes 26 de abril KoRn actuará en el Pepsi Center para celebrar el vigésimo aniversario del lanzamiento de su primer disco.

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La gente famosa suele defender su privacidad a piedra y lodo. ¿Fue complicado para ti escribir abiertamente de la automutilación que se infringía tu hija y el fraude del que fuiste víctima?

Antes de volverme un tipo sobrio, mi vida solía ser privada. Nadie tenía permitido entrar. Les cerraba la puerta en la cara y les decía: ¡lárguense! Pero en el momento en que empecé a estar limpio, las cosas dieron un giro. Pensé que si compartía mi vida secreta, podría ayudar a más personas. No te diré que no es difícil; a veces cuando doy una plática y leo las partes del libro en las que hablo de mi hija, me entran ganas de llorar. Pero así está escrito y no quisiera cambiar nada.

En una parte de él hablas de la forma en que te veían otros padres del colegio de tu hija, que por tus tatuajes y tus dreadlocks pensaban que eras un abusador de menores rondando la escuela. ¿Es complicado vivir una vida en paz con semejantes prejuicios a cuestas?

Sí, mucho. Lo sufro todos los días, todo el tiempo. Me pasa en los aeropuertos. La gente me mira extraño, las mujeres abrazan sus bolsos como si fuera a robárselos. A veces me da risa cómo cambian su gesto de repulsión hacia mí cuando se acerca un fan y me dice: “¡Oye, amo tu música!” Entonces sí, el que antes me observaba feo comienza a sonreírme. La gente juzga, pero cuando sabe que soy un tipo exitoso en lo que hago cambia su percepción sobre mí.

En la Biblia dice que todos somos iguales a los ojos de Dios. Pero en la realidad hay creyentes que piensan que eres distinto por tus tatuajes, aunque uno de ellos diga “Jesús” y otro “Mateo, 11:28”, ¿te duele que exista ese comportamiento entre tus hermanos?

Sí. Creo que Dios le obsequia algún tipo de don a personas que quizá no tengamos la mejor apariencia, pero lo hace para poner a prueba tu corazón. Alguna vez un homeless me compartió unas palabras de sabiduría, pero yo también lo miré con desdén. Entonces descubrí que Dios nos había hecho encontrarnos para que platicáramos. Por eso no hay que juzgar el exterior. Puedo parecer un loco, pero por dentro tengo un don divino. Pero entiendo que todos los seres humanos tendemos a prejuzgar.

Cuando dejaste KoRn en 2005, hubo metaleros que te voltearon la espalda. Pero dentro del cristianismo hay creyentes que no aceptan que volvieras a tocar con el grupo. Algo similar le pasó a Dave Mustaine, de Megadeth, cuando hizo pública su religión. ¿Cómo enfrentas esas contradicciones?

Sí, enfrenté el rechazo en ambos sectores, sobre todo cuando abandoné a KoRn. Los metaleros me despreciaban pero los cristianos no me aceptaban. No encajaba en ningún lado. Pero ese rechazo me ayudó a limpiarme. Dios me dijo: “nadie te quiere, pero me tienes a mí”. Yo mismo fui un extremista. Cuando dejé KoRn, me largué a Jerusalén vestido de túnica, igual que Jesucristo. Ahora pienso de una forma más relajada, porque los medios lo entienden de otra forma. No soy el único, estamos Dave Mustaine (Megadeth), Alice Cooper, Nicko McBrian (Iron Maiden); Fieldy (bajista de KoRn); incluso Zakk Wylde dice que encontró a Cristo, el cantante de Papa Roach… la gente es más receptiva gracias a ellos. ¡Por siento que pertenezco por fin a un sitio!

Alguna vez se dijo que Mustaine no quiso tocar junto a Rotting Christ debido a sus creencias. En ese sentido, ¿han cambiado tus gustos musicales tras tu conversión?

Estoy más clavado en la música instrumental. Pero no me importa cómo se llame una banda. Estoy dispuesto a tocar con quien sea. En realidad creo que en los sitios más oscuros de la Tierra es donde la luz brilla con más intensidad.

En otra parte de tu libro escribiste que la sonrisa de tu hija es mucho mejor que ganar un Grammy. Sin embargo, permitiste que esa sonrisa dejara de existir precisamente por entregarte a esa misma banda.

Sí, y entonces todo dejó de tener sentido. Puedes tener una gran vida, ser exitoso pero sin perder a tu familia, que es lo que me pasó. Fue cuando le dije que abandonaría mi carrera con KoRn para estar con ella en el desayuno, en la comida y en la cena. Todos los días. Pero mi hija se lo cuestionaba. A sus 6 años no entendía que su papá pudiera dejar el trabajo para ir por ella a la escuela, porque nunca antes lo había hecho. Entonces comenzó a presumirle a sus amigos: “¡mi papá vendrá por mí a la salida!”.

Tu primer libro habla de lo que te llevó a dejar KoRn y el segundo acerca de lo que te orilló a regresar, ¿te sientes incapacitado a escribir sobre los tiempos felices?

En el fondo son libros muy positivos. Son tiempos oscuros, sí, pero que se terminan. Aunque me gustaría hacer un tercero, no lo haré muy pronto. No sé qué más podría decir porque ya lo confesé todo.

Han transcurrido más de 20 años desde la salida al mercado del primer disco de KoRn. ¿Qué es lo que ves cuando revisas el pasado? ¿Te arrepientes de algo?

Veo a muchos fans escuchando las letras de Jonathan (Davis) y sintiendo que no están solos. Ese es el sentido de que aquellas canciones existan. Fueron una terapia para Jonathan y para los fans. Quienes tocamos instrumentos en una banda sentimos un gran poder circulando por nuestros cuerpos. Esas canciones ayudaron a muchos chicos a atravesar periodos oscuros de su vida. Lo que significa ser víctima de Bullyng, de abuso sexual, de ser un freak al que nadie quiere; eso es lo que les dimos. Ofrecimos un refugio emocional a los rechazados. Cantamos juntos y ellos supieron que había una luz al final del túnel.

En su propia autobiografía, Ozzy Osbourne reconoce que algunos capítulos tuvieron que recordárselo los demás, porque él estaba demasiado borracho y drogado. Tanto que hubo auténticos blackouts de los que no pudo rescatar nada. ¿Te pasó algo similar con tus libros?

No, porque siempre fui un alcohólico y un drogadicto muy funcional. Me acuerdo de todo, aunque sé que hay capítulos abiertos a la interpretación porque todas las personas nos acordamos distinto de lo que sucedió (risas).

Finalmente, hablando del título. Me recuerda la canción Arms wide open de Creed, cuyo cantante, Scott Stapp, es un devoto cristiano. ¿Existe algún guiño hacia él?

No, creo que se trata de una simple casualidad. Conozco la canción. “With arms wide open…” (canta)… tengo un guardia de seguridad afroamericano que siempre me molesta cantándola y riéndose de mí (risas).

 

 

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