Dime cómo duermes y te diré cuánto la amas

Ojo, no soy ninguna especialista, pero según mi experiencia, dormir con alguien es uno de los temas más recurrentes en una relación de pareja. Digo, no es lo mismo dormir muy de vez en vez con alguien porque te ganó la noche, a que duermas dos o tres o más veces por semana con la misma persona, con la que decidiste estar y la que dices amar. Pero antes de seguirme proyectando, vamonos con el tema de hoy que está buenazo.

 

Pues resulta que en el portal Marcianosmx.com me encontré con este análisis que hacen tres especialistas sobre lo que significa la posición en que duermen tú y tu pareja. Los expertos Joao Oliveira (psicólogo y maestro en cognición y lenguaje), Paulo Sergio de Camargo (especialista en lenguaje corporal, autor de “Lenguaje Corporal: Técnicas para mejorar las relaciones personales y profesionales”) y Ronaldo Antonio Cavalli (que imparte talleres y cursos sobre el tema) llegaron a estas conclusiones que aquí les enlisto.

 

Recuerden que cualquier coincidencia pues puede ser bueno para el análisis, digo, la verdad que estos tres señores suenan a que saben lo que dicen. Tomen lo que les sirva y manos a la obra. Porque si ya de cualquier forma duerme así con alguien, lo más probable es que valga la pena.

 

 

“Se trata de personas dinámicas, que tienen vidas independientes, pero tienen una relación estable y saludable”, explica Oliveira. Son personas que preservan su espacio individual sin perder el contacto; revela confianza en la relación, pero con necesidad sobre la presencia del otro. “El tiempo de separación entre los dos es muy corto”, añade.

 

 

“La falta de contacto entre los cuerpos en direcciones opuestas puede significar una fuerte disputa por el espacio o la total independencia del otro”, dice Oliveira, quien adelanta que puede significar problemas en la relación. Camargo especifica que si las manos están cerradas o el cuerpo tenso, es una señal de que la pareja no desea comunicarse tras una pelea (Been there, done theta…nota del autor).

 

 

“Ellos saben lidiar con la rutina y con los problemas cotidianos, además respetan los momentos a solas de cada uno, sin nunca distanciarse. “Aunque no exista contacto, el simple hecho de volver el cuerpo hacia la otra persona significa aceptar al otro como parte de sí mismo. Probablemente se trata de dos grandes amigos y compañeros, y su vida sexual es bastante activa”, es el veredicto de Oliveira. Camargo lo resumen en que la pareja que duerme así requiere intimidad y necesidad de ver a su cónyuge.

 

 

“Es muy común en el inicio de una relación y acostumbra a ocurrir cuando ambos se quedan dormidos después de tener intimidad, con la intención de unir el cuerpo en uno solo”, explica Oliveira. Aunque se toma como una señal de pasión y deseo sexual, Cavani acota que es posible que la pareja que duerme así sufre de celos.

 

 

“Tal vez sea la posición que mejor refleje la armonía perfecta en la que vive una pareja. Los cuerpos se transforman en uno solo, existe la pasión y necesidad de estar juntos”, ahora explica Camargo. Pero Oliveira, claramente aguando la fiesta, advierte que puede sugerir inseguridad en la relación.

 

 

“Esa posición revela una buena relación. La pareja se encuentra en un momento excelente y la vida sexual debe ser perfecta”, dice ahora animando la fiesta Oliveira. Cavalli lo apoya al hablar de compromiso, amor y cariño entre la pareja.

 

 

Es cuando él te manda a la orilla de la cama y se hace con un 99% (estoy exagerando) de la superficie del colchón. Escuchemos a los expertos. “Una persona espaciosa en la cama no demuestra afecto ni cariño por su conyugue. Este busca más espacio como una forma de autoafirmación en la relación”, es la voz de Oliveira (¡Tómenla!) Habla de que esta posición indica que la pareja pasa por un momento difícil, en el que la persona que ocupa menos espacio se siente insegura y con baja autoestima (¡auch!). La persona que duerme en posición fetal y viendo a su contraparte aun cree en la relación.

 

 

“Hay una mezcla de pasión y diferencias en la relación. Puede ser que la pareja viva un momento de ansiedad, cambio de rutina o presión en el trabajo. Siendo que el pie es el área corporal más inconsciente en sus movimientos, hay una declaración de amor subliminal y verdadera en esa forma de dormir”, dice Oliveira al respecto. Cavalli dice que este tipo de contacto indica que aún existe el compromiso y la complicidad entre pareja.

 

 

“Cada uno respeta el espacio del otro. Ellos pueden tener amigos y actividades separadas, más la confianza es mutua”, dice Camargo, quien también habla de espontaneidad en la relación. La mano extendida es una intensión de proteger a la pareja, pero sin exagerar. El rostro de ella vuelto hacia el hombre es signo de confianza. Oliveira contribuye y afirma que esa mano es una demostración de afecto o intento de reconciliación.

 

 

Camargo habla de la necesidad de libertad en este caso, pero esa mano sobre el hombro es una declaración de cercanía. “En el caso de él, es casi una necesidad mantener el contacto, sentir a su pareja”, dice Cavalli. Oliveira es más duro y dice que en esta posición el hombre está más carente y le preocupa el futuro de la relación.

 

Así que ahí esta muchachos, denle una buena pensada y, si les quedó el saco, pos sigan disfrutando de la relación o pongan manos a la obra. Recuerden que encontrar a alguien con quien se quiera dormir (no sólo coger), no es cosa de todos los días.