UNA REFLEXIÓN ACERCA DE MI PARTICIPACIÓN COMO CANDIDATO INDEPENDIENTE. NO ES EL FIN, ESTO NO SE ACABA HASTA QUE SE ACABA.
Se puede decir que mi participación en la carrera presidencial, ha concluido. Después de dos años y medio de viajar, buscar, hablar, escuchar y no dejar de sorprenderme, en el colofón de mi aventura… créanme sensata, me encuentro horrorizado ante una realidad apabullante.
POR: Pedro Ferriz de Con @pedroferriz
El país es movido en sus estructuras políticas por una red de intereses que oscila con facilidad entre dinero de empresarios, que compensan sus compromisos con el gobierno, y narco, que retribuye a los políticos para pagar favores de la facilidad que reciben para operar su negocio en suelo mexicano.
No hay, no existe candidatura ni propuesta partidista que no esté comprometida hasta el cuello con este tipo de ligas. Nada. Nadie.
La guerra sucia, el espionaje, las empresas fantasmas, las infinitas cuentas bancarias en el extranjero y el dinero “en greña” en forma de montañas.
Todo conforma el enorme aparato de simulación de una democracia inexistente.
Los partidos políticos y las instituciones electorales se vinculan de tal manera que no permiten… ni permitirán infiltrados que atenten contra la “estabilidad” de un esquema de gobierno basado en la corrupción y consecuente impunidad.
Debo decir que en mi condición ciudadana y edad, llegué a pensar que se podía jugar limpio en un esquema político, a fin de pretender la presidencia en México.
Mi candidez rebasó expectativas… incluso las propias. Y todo esto porque encontré a millones de personas que pensamos lo mismo. El único problema es que estamos desvinculados y existe un aparato político y mediático que se encargará de que así sea por muchos años.
Los mexicanos queremos paz, democracia y progreso. Estamos ansiosos por la igualdad de oportunidad, piso parejo y justicia. Educación y cultura. En una palabra: bienestar.
Pero corremos varios riesgos. Si se perpetúa el PRI en el poder con José Antonio Meade, habremos de esperar más de lo mismo: políticos corruptos, grupos de poder intransigentes, pobreza creciente, paternalismo y un esquema impositivo fuera de proporción para quienes nos hacemos responsables por México. Si gana AMLO, habrá reservado para México un salto al siglo XX. Es decir, una regresión incuantificable por el daño que represente. La brecha entre los países tecnológica, política y socialmente desarrollados será marcada con mayor profundidad.
Si el éxito es para el PAN y Anaya, la lucha de poder generada será la confrontación entre quienes ejerzan gobierno y las fuerzas resentidas por no haberlo alcanzado. La inestabilidad será la marca. El estancamiento legislativo llegará a manifestarse hasta que duela.
Por lo que toca a los “Independientes”… sólo decir que los políticos se encargaron de desprestigiar la figura. Los Broncos, Margaritos y Ríos no son otra cosa más que subproductos de partidos políticos que entraron a la arena de las elecciones para hacerle el juego a los candidatos oficiales.
Financiados desde la oscuridad y habiendo operado sus fraudes particulares para ascender a la boleta electoral.
Esta pelea es a 15 rounds.
Voy en el primero.
Faltan 14.
Quien quiera luchar conmigo para depurar a mi patria, es bienvenido.
Pensé que limpiar a México era posible y me encuentro con que el reto es monstruosamente grande…pero posible o por lo menos, ¡dedicaré mi afán en pretenderlo!
#hablemospormexico