Puede interesarte también: Los 5 Tipos De Solteros Que Todos Conocemos
Es tan obvia, que tenía que ser la primera. Y no sólo se refiere a citas, sino a todo. Sales con tus amigos, con tu amiguita, con nadie, con tu familia. No importa. Eres soltero, no tienes que darle explicaciones a nadie.
Si decides desperdiciarlo o dedicarte a investigar el comportamiento de las hormigas en una caja de pizza, es lo de menos. Es tu tiempo.
Nadie a quien avisarle que te gastarás la quincena completa en una consola de video juegos. Es tu chamba, tu dinero.
Las parejas dicen que estar con alguien no significa poco desarrollo profesional. Pero a menos que sean los Curie –con un proyecto profesional conjunto– siempre habrá rencillas por el descuido que significa dar ese extra en la chamba.
Las mujeres poco entienden nuestra relación con el porno y la masturbación. Es algo de nosotros, un momento personal. Si estás soltero, tu porno es asunto tuyo (o tuyo y de una chica en Lituania con la que haces cam. Pero nos entiendes.)
La única persona a la que le tienen que caer bien tus amigos es a ti. Si vives en una ciudad grande, seguro tienen el mismo nivel que tu familia. Ah, sí: tampoco tienes que convencer a nadie para que se lleve bien con tu madre.
Por mucho que nos quejemos y nos burlemos, hay un gran encanto en la primera cita. Y en esos primeros mensajitos de buenos días, y esas mariposas en el estómago cuando ella aparece. Nos guste o no, eso desaparece con el tiempo. Pero como soltero, puedes sentirlo las veces que quieras.
Ni tu personalidad, ni tu sexualidad, ni tus deseos de ir a hacer caminata al Desierto de los Leones. No tienes por qué comprometer nada.
Estar solo también es un tiempo de meditación, desarrollo y búsqueda espiritual. La soledad te puede ayudar a entender muchas cosas sobre ti, que difícilmente entenderías en pareja.
Suena a una cursilería, pero es cierto. Si estás solo, también es porque no has encontrado a la indicada. Y siendo soltero, la puedes buscar. No hay porqué traicionar a nadie, no tienes porque “conformarte” con nadie. Puedes estar abierto a las posibilidades. Puedes esperar hasta que llegue la persona que te haga ceder todo, la mujer por la que valga la pena cambiar tu vida. Se vale y es maravilloso.