VIDEO Rodada 2.0: Rodamos en la Riviera Maya

El caribe mexicano es de lo más hermoso que existe en México. No por nada dicen que es el paraíso. Es un destino en el que los cenotes son la entrada al inframundo, y en que el los aluxes resguardan la tierra. 

 

La semana pasada tuve la oportunidad de hospedarme en la Hacienda Tres Ríos ubicada en la zona turística de la Riviera Maya. Se trata de un Resort, Spa & Nature Park que es un modelo de desarrollo turístico sostenible reconocido con el Green Globe Certification; y miembro del Sustainable Travel International (STI).

 

Como parte de su programa All Inclusive podía acceder a distintas actividades, entre ellas: ciclismo. Fue así que me subí a una bicicleta cruiser rodada 26, una cleta playera que no tenía cambios y que además frenaba a contrapedal.

Dentro de este hotel y parque ecoturístico de 138 hectáreas, hay más de 120 especies de plantas de los ecosistemas de selva y manglar. En esta zona corren tres ríos de agua dulce, emergen diez cenotes, y se encuentran más de 90 especies de animales. 

 

Así que no te debes sorprender si tienes que frenar para dejar pasar una vibora o hacer una pausa para no espantar a los cangrejos, o mejor aún, permanecer inmóvil para apreciar insectos de color azul casi morado. Y ni qué decir si eres fan de las orquídeas. 

 

El tour al que se tiene acceso es breve.  “No fue de más de un kilómetro 800 metros”, me explicó Diana González, Pulp Concierge, y guía del paseo en bici. (Me entusiasma que ella me guié, es la primera vez que constato que asignan este cargo a una mujer.) 

 

 

Pero también se encuentra Víctor Goytia, quien me explica que le gusta su trabajo y que realiza cinco tours al día. Me dijo que a los mexicanos no les gusta subirse a la bici: “En su mayoría quienes siempre apartan lugar son los extranjeros”. 

 

Víctor me señaló que los cenotes que visitamos tienen profundidades que van de los cuatro a los 12 metros y que su temperatura va de los 22 a los 25 grados (y sí, el agua estaba tibia). Aunque no vi al pez gato, sábalo ni mojarra, sé que ellos viven ahí. Es una mezcla de agua dulce con salada. 

 

Una vez fuera de este hotel, en Playa del Carmen, pude darme cuenta de que no existe aún una iniciativa gubernamental en torno al uso de bicicletas públicas, aunque existen oriundos que sí la usan por cuenta propia. Y un ejemplo de los ánimos que tiene la sociedad civil se puede observar en el video que hizo Soy Playense: 

Claro que si visitas Playa del Carmen como turista hay opciones. Pues existen touroperadores que te rentan la bici por 50 pesos la hora o 125 pesos el día, sólo con la condición de dejar un deposito reembolsable de mil o dos mil pesos. Se supone que la 5ta Avenida es peatonal y no pueden circular bicis, pero a muchos turistas les vale. No fue mi caso, en este destino y con 33°C preferí ser peatona. 

 

Y bueno, no. No me encontré a Tarzán en la selva, tampoco a Chita, ni a la doctora Elsa Schneider, mucho menos a Indiana Jones. Pero ya volví y estoy feliz de regresar a mi playa de chapopote con su jungla de automóvilistas, ciclistas y petaones. ¡Qué tengan una gran semana y felices rodadas!