CONFESIONES DE UN STRIPER: “PIENSAN QUE POR PAGAR UN PRIVADO YA PUEDEN TENER SEXO CONTIGO”
La lujuria es uno de los pecados capitales que constantemente nos incita al deseo. ¿Quién no ha visitado algún table dance con los amigos? , empalagarse con la tentación de mujeres desnudas que bailan al ritmo de una canción. Difícil no caer ante tantos encantos. Sin embargo nosotros no somos los únicos que disfrutamos de sensuales bailarinas, también existe el otro lado de la moneda, aquellos lugares repletos de mujeres deseosas por ver a los hombres despojarse de sus ropas. ¿Quiénes serán más desinhibidos? ¿Será la misma dinámica? O ¿Será que las mujeres serán más atrevidas?
Para sacarte de la duda, platicamos con Samir, un striper profesional de W Club Premiere, quien nos confesó todo lo que ocurre cuando las mujeres van a un club nocturno y que jamás nos contarán. Tal vez la próxima vez que tu chica vaya a “divertirse” puede que dudes en dejarla ir.
Cortesía W Club Premiere
PLAYBOY: ¿Cómo fue que comenzaste con esta aventura?
SAMIR: Cuando comenzaba a entrenar en el gym, un amigo me invitó a bailar. Le dije que sólo en el antro (risas). Al final un chavo le había cancelado y me pidió apoyo. No tenía idea de qué hacer pero acepté con un vestuario prestado y al momento de entrar inclusive me resbalé y al final fue un desastre pero fue mi primera experiencia.
PLAYBOY: ¿Cuánto tiempo tienes siendo striper?
SAMIR: poco más de 15 años. Comencé a los 20 años.
PLAYBOY: ¿Es difícil controlar a “tu amigo” rodeado de tantas mujeres y en un ambiente tan cachondo?
SAMIR: Puff, rodeado con tantas mujeres sí es difícil, pero pasa que de pronto encuentras a alguna mujer con la que haces clic y puede “levantarse el paquete” (risas).
PLAYBOY: ¿Es difícil tener una relación siendo striper?
SAMIR: Sí, es muy complicado. Al principio es muy padre, pero cuando el sentimiento comienza a ser más fuerte incluso llegan a prohibirte trabajar. Es muy complicado y los celos son muy fuertes. Dicen que “el león piensa que todos son de su condición”. No es sano.
PLAYBOY: ¿Cómo se desenvuelven las mujeres que van a disfrutar de un baile?
SAMIR: Vienen mujeres de todas las clases sociales, todas las edades, desde chicas que cumplieron su mayoría de edad, hasta las abuelitas de la casa. Todas disfrutan del show y la pasan muy bien, por lo menos en W Club Premiere, aquí las consentimos. A las mujeres hay que tratarlas muy bien.
PLAYBOY: ¿Cómo son los shows en un club para mujeres?
SAMIR: Son bailes generales, donde hay cachondeo y movimientos muy eróticos, claro que también hay privados para consentirlas más.
PLAYBOY: ¿Qué pasa en los privados?
SAMIR: Es un baile más atrevido, te tocan, hay más roce entre los cuerpos, pero nada más.
PLAYBOY: ¿Quiénes son más atrevidas: las chicas jóvenes o de más edad?
SAMIR: Las más jóvenes son las que se prenden más. Las chicas se la pasan muy bien y para muchas es su primera vez en esta experiencia, ellas se divierten.
PLAYBOY: ¿Las mujeres también se pasan de listas?
SAMIR: Sí, claro. Muchas. No falta la que te rasguña o te agarran de más. Muchas vienen muy calientes.
PLAYBOY: ¿Has intercambiado teléfono con alguna?
SAMIR: Sí, es algo que pasa, ellas te lo piden y he salido con varias mujeres que he conocido así.
PLAYBOY: ¿Qué es lo más fuerte que te ha pasado en algún show?
SAMIR: No falta la típica chica que tiene la temperatura a tope y que piensa que por pagar un privado ya puede tener sexo contigo. Hay muchas chicas que con unos tragos ya quieren sexo. Solo es un show erótico y no llegamos a más. Mejor les pido el teléfono y después quedamos (risas).
PLAYBOY: ¿Se gana bien?
SAMIR: Sí, claro. Es un trabajo muy productivo, pero también no es para siempre, así que tienes que invertir en otras cosas y saber administrarte.
PLAYBOY: En el mundo del sexo hay muchas propuestas. ¿Qué te han propuesto?
SAMIR: Muchas, desde un acostón o simplemente compañía. La mayoría te quieren pagar por tenerte en la cama y sí, he aceptado en algunas ocasiones, es parte del trabajo.
PLAYBOY: ¿Tu experiencia más hardcore?
SAMIR: Yo creo que trabajar en lugares swinger, donde había show con sexo en vivo. Era demasiado.
Tal parece que las mujeres y los hombres somos muy parecidos y si de sexo se trata, vamos muy parejo. La próxima vez que tu chica te diga que se va a divertir con sus amigas a un club nocturno, piénsalo dos veces.
Agradecimientos:
