INVITACIÓN A ESCUCHAR CUADROS

Por Redacción
Jesús Baéz, tecladista de Zóe presentó su nueva exposición Light en la Galería Dietrich (Coahuila #65, Col. Roma), integrada por 15 obras con diversas técnicas como el collage, el dibujo y la pintura. Las obras fueron expuestas durante un evento privado que posteriormente será llevado a otra galería para el público en general. Light es una exposición en la cual la música y la luz son fundamentales.
A la luz de las velas, en un espacio más privado de la galería Jesús habla de la importancia de acercar al público al arte “porque así como la música, te sensibiliza; la pintura también, no todo mundo lo sabe y cuando hablo de crear conciencia no es un rollo tan como se escucha, me gusta compartir, es nada más compartir, me gusta transmitir y gracias a Zoé mucha gente me sigue”.
El montaje de la obra estuvo a cargo del mismo Jesús y la música que acompaña la instalación fue una colaboración con Andrés Sánchez. Para el artista la música está conectada completamente con sus pinturas: “en otra exposición llegaron unas personas y les dije, escuchen este cuadro, sí, dije escuchen porque no son figuras definidas lo que estoy pintando son sentimientos, cuando pinto me baso en la estética, en la textura ,en el swing, en la armonía, en el ritmo, desde muy chico encontré esa relación naturalmente”.
Al hablar de algún tipo de presión como artista por pertenecer a una de las bandas más importantes del país, Jesús apunta: “no siento presión nunca, siento mucha emoción pero presión no, porque soy un artista libre”. Respecto a sus influencias como artista plástico Chucho Baéz señala a los pintores del expresionismo abstracto como: Pollock, Rothko “y por supuesto nuestros pintores mexicanos como Siqueiros, Tamayo, esa onda me vuela la cabeza; Picasso, Rembrandt, Van Gogh. Estoy influenciado por muchos pintores pero en lo que me baso casi siempre es en la estética”.
Al preguntar sobre la diferencia de clase en cuanto al consumo del arte refiere “los que me impulsan a exponer son mis amigos, pinto por diversión y si están en mi casa un día, les regalo un cuadro porque los hago para ustedes, mi propósito es comunicarte, me preocupa más que entiendas lo que estoy sintiendo, a venderte un cuadro en veinte mil pesos”.
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