Chicas Playboy se lee Calendario 2025

HEFNER, EL REVOLUCIONARIO

Escrito por:Martín Espinoza

LO QUE HIZO FUE MUCHO MÁS QUE UNA REVISTA, UNA VENTANA PARA QUE SE DIJERAN LAS VERDADES QUE NECESITABAN SER ESCUCHADAS, PORQUE PROVENÍA DE UNA GENERACIÓN QUE SE ENFRENTÓ A LAS PROHIBICIONES MÁS EXTREMAS.

POR: Martín Espinosa
@martinespinosa 

En los albores de 1926, Chicago ya “pintaba” para convertirse en la tercera ciudad con mayor número de habitantes de Estados Unidos, por detrás de Nueva York y Los Ángeles. Conocida coloquialmente como “La Ciudad de los Vientos”, fue fundada un siglo atrás por 200 personas que lograron mantener sus posesiones territoriales tras la guerra que la Unión Americana sostuvo con Gran Bretaña en 1812. Ya para 1850, llegaban hasta 100 mil inmigrantes anuales a la ciudad, en busca de tierra y trabajo.

Esa fue la cuna de un hombre revolucionario para su época, nacido el 9 de abril de 1926, en plena “ley seca”, decretada por la Decimoctava Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos, la cual hizo ilegal la producción y venta de bebidas alcohólicas, época durante la cual prosperaron los gánsters en la ciudad, de la talla de Al Capone, Dion O’Banion, Bugs Moran y Tony Accardo. Hugh Marston Hefner tendría tres años cuando ocurrió la Matanza de San Valentín: Al Capone envió a sus hombres a asesinar a miembros de la banda rival de Bugs Moran.

De ahí que Hef, como cariñosamente lo apodaban en casa, creciera en una sociedad cuyas emociones eran contenidas por la violencia de la época y bajo estrictas reglas que caracterizaban a una generación temerosa de expresar libremente sus ideas: estricta, conservadora y muy religiosa. Sin embargo, este joven, quien sirviera en el ejército estadounidense durante los últimos tres meses de la Segunda Guerra Mundial, era un revolucionario para su época, y por ello se decidió a estudiar Psicología en la Universidad de Illinois.

Lo que comenzó como un pasatiempo sobre la mesa de juego del departamento que Hugh Hefner tenía en Chicago, donde laboraba como redactor publicitario encargado de vender suscripciones para una revista para padres que querían encontrar maneras de entretener a sus hijos (Children’s Activities era su nombre), se convirtió con el paso del tiempo en la publicación más controvertida y exitosa de las siguientes décadas a partir de 1953, cuando apareció el primer ejemplar de nuestra revista Playboy, en pleno apogeo de la era del presidente Eisenhower, un pilar en la Carrera Armamentista de Estados Unidos, y antes de la fuerte recesión económica que sacudió a la sociedad norteamericana entre 1958 y 1959.

De inmediato, la principal creación literaria de Hugh Hefner se colocó en la primera fila de un cambio social y sexual que contribuyó, en gran medida, a cambiarle la imagen a Estados Unidos. Se volvió parte indispensable del panorama cultural, y una institución tan universal como las grandes marcas que nacieron en aquellos años de la posguerra.

Cuando Playboy apareció en los quioscos de diarios y revistas en 1953, surgió con ella una nueva manera sobre cómo tratar la sexualidad en la vida estadounidense, que después se extendió a otros países del mundo. Hefner se convirtió en el precursor del “erotismo gráfico”, cuando los desnudos estaban relegados a revistas “de segunda”, marginales y casi clandestinas.

A partir de ahí, Hefner reivindicó la sexualidad humana, con un tono desenfadado, pero en un contexto donde cabían la libertad de expresión, el periodismo serio y la literatura.

Su idea de ofrecer alternativas para “hombres solos” lo llevó a publicar una revista que llamaría Stag Party (expresión que se utiliza para referirse a una fiesta de “hombres solos”). Con mucho esfuerzo y dedicación, y sin mucho dinero —tal como empiezan las empresas que se vuelven exitosas— logró su objetivo de sacar a la luz el primer número, lo que fue el antecedente de Playboy, y que desde el principio utilizó como “imagen corporativa” un conejo de perfil con las orejas totalmente verticales, creación del dibujante Art Miller.

Su segundo gran acierto fue haber comprado una fotografía de la entonces “actriz de moda”, Marilyn Monroe, desnuda, la cual había sido tomada antes del éxito de la diva en Hollywood. Hefner aprovechó su primer número para plasmar en el editorial, escrito por él, la Filosofía de Playboy.

Fue un precursor, un defensor de las libertades individuales y, asimismo, un activista de la igualdad racial. Fue el primero en contratar en sus clubes nocturnos a humoristas negros que entretenían a un público blanco. Siempre apoyó a muchos activistas de los derechos afroamericanos de la época como Martin Luther King, así como a activistas de los derechos humanos y pacifistas contrarios a la guerra de Vietnam.

Un personaje que contribuyó a la Revolución de las Ideas y del comportamiento social, la que hoy nos deja como legado.

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