Los días en los que las películas con efectos especiales nos impactaban han quedado atrás, el avance tecnológico y la revolución del internet hacen que cualquier realidad aumentada, efectos 3D, animaciones o cosas inimaginables dejen de sorprendernos.
Actualmente el internet está presente en todas las actividades que realizamos; ya sea a través de un smartphone, en los emails que recibimos o enviamos, en las aplicaciones que usamos para hacer transferencias bancarias, pedir comida a domicilio, hacer compras en cualquier parte del mundo o incluso, encontrar pareja. Todo esto parece tan común que ha dejado de sorprendernos, pues sabemos que la tecnología seguirá reinventándose a niveles sorprendentes. Lo que sí es un hecho es que hasta ahora el internet nos permite estar en contacto entre los humanos, pero eso está por cambiar con el llamado Internet de las cosas.
Internet of Things o IOT por sus siglas en inglés, es la nueva era del internet que estará presente en nuestra vida cotidiana. Si bien, todos sabemos qué es el internet actualmente y estamos conscientes de la existencia de cosas como una radio, un lavaplatos o nuestra propia ropa… objetos que sirven para facilitar nuestra vida, el “Internet de las cosas” sería la unión de ambos para saber si aquello que poseemos está en buen estado, si necesitamos cambiar algún accesorio o simplemente para poder ubicarlo en donde se encuentre.
Hay empresas que ya utilizan este concepto, algunas máquinas de refrescos en Estados Unidos cuentan con un dispositivo que indica a las distribuidora qué sabores ya se han acabado para reabastecerlos lo antes posible, sin la necesidad de que una persona esté revisando constantemente las máquinas. Todo sería mucho más práctico y eficiente.
Este intercambio de información entre máquinas también tiene aplicaciones que actúan en nuestro beneficio; por ejemplo, si tu salud no es muy buena habrá sensores en tus zapatos que estén midiendo tu velocidad, al mismo tiempo que tu ropa enviará información sobre tu temperatura corporal o ritmo cardiaco, evitando posibles infartos y avisando a tu doctor de cabecera cómo te encuentras el día de hoy para que en el momento en que detecte alguna anomalía, pueda darte servicio preferencial.
Muchos de estos datos ya están sucediendo en todo el mundo; aunque claro está, que a diferentes escalas. Vale la pena preguntarnos ¿qué pasará con toda la información que este sistema recopila?, ¿habrá seguridad en todos los datos recabados? Si la seguridad de la información es un tema que preocupa a todo el mundo, habrá que poner más cuidado y detalle para evitar sorpresas desagradables y para mantener nuestras cosas como lo que son: objetos hechos para usarse.
Aún así, hemos visto cómo imperios del tamaño de Apple y Google han ido dando algunos pasos discretos con tecnologías experimentales como Google Home y Android Home, que buscan crear lo que conocemos como “casas inteligentes”, donde todos los objetos que nos rodean tendrán sensores que avisarán directamente a otras máquinas si necesitan cambiar piezas o reparar. Un sistema donde los botones desaparecerán y todo será automático, ¡algo muy futurista!
En el caso de Google durante el congreso de desarrolladores Google I/O se presentaron varios productos dirigidos específicamente al hogar, pero fue Home quién acaparó toda la atención al ser un dispositivo inalámbrico con micrófonos de largo alcance que nos permitirán apagar la luz, escuchar nuestra música, saber el clima, prender la tv y hasta traducir simultáneamente en diferentes idiomas durante una conversación, todo mediante dictado de voz. Lo increíble de éste es la comunicación que tendrá con otros dispositivos de Google, permitiendo tener contacto entre “cosas” mediante internet, un ejemplo muy claro del futuro que nos espera.
La revolución del internet continuará a pasos agigantados, cada segundo hay más terreno ganado, ¿estamos preparados para tantos avances?, ¿qué pasaría si todo tuviera una falla que como película apocalíptica fuera el detonante de un desastre mundial? El riesgo de que haya un error siempre existirá y se deberá estar preparado para ello, con software más precisos y las empresas proveedoras de estos sistemas deberán afrontar el riesgo que existe. Por el momento, sólo podemos conformarnos con saber que el Internet de las cosas nos irá facilitando la vida poco a poco, pero sobre todo que ya es una realidad que se encuentra inmersa en nuestra vida cotidiana.
POR JAFET GALLARDO @Jafetmgallardo