Dos grandes triunfos de Colombia sobre Argentina
SEGUNDA PARTE | Una foto horrible | Copa América
Argentina y Colombia se enfrentan en los Cuartos de Final de Chile 2015. Será su enfrentamiento número 13 en la historia de la Copa América. Y aunque la historia está a favor de la Albiceleste -siete triunfos y tres empates-, hay dos capítulos en los que los Cafetaleros le han infligido dolorosas derrotas a sus rivales de este viernes.
Una foto horrible
De entrada, la imagen resulta francamente grotesca. Un tipo alto, corpulento, vestido de corto, con una expresión en la que sin posibilidad de equívoco se mezclan rabia y frustración y, la parte más desagradable del retrato: el hombre tirándose del short hacia arriba, dejando al descubierto parte de sus calzoncillos, en un gesto propio de un chiquillo haciendo una rabieta. “Me lo subí casi hasta el pecho”, recuerda Martín Palermo, el protagonista de aquella desagradable foto.
La escena duró apenas un instante, pero varios fotógrafos que asistieron la noche del 4 de julio de 1999 al estadio Feliciano Cáceres, en Luque, la capturaron para siempre y, de tan impactante, se convirtió en una de las estampas del álbum histórico de la Copa América.
La segunda jornada del Grupo C en la Copa América de Paraguay, enfrentó a Colombia con Argentina. Palermo era el 9 albiceleste y esa noche ante los Cafeteros nunca encontrar el marco, por más que ocasiones no le faltaron.
Poco después de iniciado el encuentro, el árbitro señaló un penal que el Loco pidió. Se paró en el borde del área, cinco pasos, zurdazo potente y reventó la bola contra el travesaño.
“Es un optimista del gol”, fue la frase con la que alguna vez Carlos Bianchi definió a Martín Palermo. La persistencia que caracterizaba al atacante quedó más que comprobada en esa noche luqueña, pero terminó deformándose en necedad.
En la segunda parte, cuando el reloj rozaba el último cuarto de hora y el marcador era 1-0 a favor de Colombia, otro penal para Argentina. Martín quiso sacarse la espina. Otra vez la bola al manchón, otra vez el recorrido desde el límite del área y otra vez el balón que se estrella en el larguero y se va de la cancha.
“No, por Dios, por favor, ¿cómo puede ser?” dijo el relator argentino del encuentro, tras la segunda falla de Palermo, que dio lugar a la escena esa que le provoca una confesión: “Me da un poco de vergüenza”.
La Tricolor sentenció el partido con dos tantos más, pero aún hubo tiempo para algo más. Al 90, el árbitro marcó otro penal para la Albiceleste. Y Palermo se sintió abandonado: “Miré al banco, no vi ninguna indicación. Ningún compañero vino a pedirme patearlo, se lo habría dado. Estaba solo con mi alma”.
Con el afán de no volver a volar el balón, esta vez cobró a media altura, pero el guardameta Calero adivinó y atajó el disparo.
“El tronco de América” fue uno de los encabezados que la prensa argentina le dedicó al día siguiente. “Era lo más suave que decían”, recuerda Martín sobre la noche que, según él, le costó 10 años de exilio: “No volví a jugar un partido oficial con la selección hasta 2009”.
Una noche que le salió cara, que estableció el anti-récord de tres penales fallados en un mismo partido y que dejó aquella fotografía fea y legendaria a la vez.