Igualada gris y llena de dudas para el Tri
Dubitativa actuación y falta de contundencia de Oribe y Guardado obligan al Tri a empatar sin goles ante Guatemala
México se apareció en el University of Phoenix Stadium buscando ganar a toda costa a un Guatemala golpeado. Los Chapines no querían que se repitiera la historia de su partido anterior, su debacle ante los trinitarios, e instalaron un dispositivo táctico para desaparecer cualquier rastro de espacios para el Tri: desactivar las contras y hacerse sentir por medio de la marca pegajosa y una que otra falta dura que encendiera los ánimos y sacara de sus casillas a los mexicanos. Lo consiguieron.
La patada llegó y calentó un partido que con la atmósfera y la rivalidad siempre está con temperatura elevada, pero contra todos los pronósticos esa infracción llegó de los pies de Francisco Rodríguez, quien golpeó de manera violenta a Brandon de León y dio pie para que los guatemaltecos se abalanzaran sobre el silbante. Sin obtener como beneficio una amarilla se dieron a la tarea de ejercer el juego sucio como su aliado ante una Selección Mexicana imprecisa, desconectada y sin ideas en los albores del juego.
Los errores se hicieron constantes y tras una pérdida de balón inesperada del Gallito Vázquez, Guatemala sacó oro. No se rebasaban los 10 minutos y la inteligencia de Carlos Ruiz puso de frente a la oportunidad del gol a Minor López, que se asustó ante un Guillermo Ochoa con look nuevo -dudó al no ver los rizos- y mandó un sombrerito por un lado. Era el más claro aviso de que la noche no pintaba fácil para México. El equipo dirigido por Miguel Herrera no encontraba la portería y estaba asustado por los golpes que se hacían una constante, sobre todo a Carlos Vela, el futbolista distinto que recibió más de tres patadas en menos de 5 minutos. Así, al 15 se asomó la mas clara oportunidad en principio para México. Centro que ejecutó Jonathan dos Santos con un efecto mortal y Contreras ante la mirada atónita de los 62 mil 910 espectadores tocó el balón con la mano y cometió penal. Así fue para todos, menos para el árbitro, quien dejó seguir las acciones ante los reclamos de una oleada de aztecas.
México continuó sin ideas, sin opciones, hasta que Oriba Peralta frotó la lámpara y se quitó aun defensor, engañó a otro y filtró un servicio magnifico para que Andrés Guardado empujara a las redes. De manera increíble el capitán del Tri falló. Con el marco a su merced para aprovechar mil opciones escogió la más complicada, quiso perforar las piernas del portero guatemalteco. Paulo Motta se mantuvo estoico y desvió a tiro de esquina salvando la más clara al minuto 33. A partir de ahí México se lanzó por más, siempre bajo la estela de Carlos Vela el que más quería y el que más sabe con la redonda. Por el 40′ Carlitos se quitó a dos hombres con facilidad y tiró un servicio espectacular con parte externa para Paul Aguilar que quedó tan solo en el área que se sintió perdido, dudó y sirvió para Oribe que cedió para Jonathan. Nadie tomaba la responsabilidad y se perdió otra opción clara, fiel reflejo de la incertidumbre del Tri que obligó a un empate gris para los primeros 45 minutos.
El segundo tiempo fue una calca del primero. México muy alejado del buen futbol. Guatemala muy contento con la igualada. Un intercambio de golpes y de entrega pero los destellos de calidad eran escasos. Hasta que nuevamente apareció Vela, el único que con chispazo buscaba encender la maquinaria ofensiva del Tri. Toque del menor de los Dos Santos para un Carlos que apuntó a la esquina del arco de Motta y su bombazo con efecto se fue apenas por encima, a nada de alimentar el grito de gol de los miles de mexicanos que se dieron cita en el estadio apenas al superar los 15 minutos del segundo lapso.
La polémica se hizo presente de nuevo al 70′. Tiro de esquina que preparó el Tri con una jugada de laboratorio. Exquisito toque de Jona puso solo sobre el segundo poste a Vela que impactó de volea, de mala forma, la defensa chapina alejó con la cabeza pero el rechace caía a los pies de Paul Aguilar, que no llegó a la cita con el balón por un clamoroso jalón de Moisés Hernández. El silbante de nuevo no sancionó.
Los de Miguel Herrera seguían dubitativos y al 73′ Oribe Peralta pifió de manera inimaginable ante la puerta de Guatemala. Héctor Herrera le puso medio gol con la cabeza y el Cepillo apenas rasgó con su bota izquierda la pelota, directo al portero, aumentando su concierto de rrores en la Copa Oro. Solo dos minutos después Contreras se ganó la segunda tarjeta preventiva y como consecuencia, su despedida del partido. Un cuarto de hora le quedaba al Tri para lograr el obligado triunfo. México acosaba, dominaba pero no probaba al arco de Motta. Llegó el minuto 86 y el Maza pisó el balón para llegada de Herrera que con todas las ilusiones golpeó para machacar el poste, a nada del golazo. Y no pasó nada más, una muy cuestionable actuación del Tri, con fallas tremendas de Oribe y Guardado que obligaron a un empate sin goles ante una débil Guatemala, donde de nueva cuenta el Piojo hablará del arbitraje más que del rendimiento.