Matías Alustiza charla con Futbol Total
“Disfruto pelear el descenso igual que disfrute enfrentar a Messi y Cristiano…”
Matías Alustiza, jugador del Puebla, charla con Futbol Total.
Matías, tengo entendido que te gusta la pesca.
– La amo como al futbol. Cuando tenía cuatro o cinco años, con mi papá íbamos a pescar casi todos los días; recorríamos 100 o 200 kilómetros desde Azul, mi pueblo, hasta algún río, arroyo o laguna. Ahora cuando voy de vacaciones a Argentina, voy con él, mi hermano y mis amigos a pescar y pasar la noche. Es algo que me desenchufa de todo.
Cuéntame de Azul.
– Está a 300 kilómetros de Buenos Aires, tiene 80 mil habitantes, es un pueblo chico; mi familia aún vive allá. Ahí empecé a jugar futbol, en Chacarita de Azul. Arranqué a los cuatro años. Me llevaban mis papás, Gustavo y Mónica.
Empezaste muy chiquito.
– Uno a esa edad no sabe nada, no entiende, solamente corre atrás de la pelota como todos los nenes. Con el pasar del tiempo, uno se interesa mucho más. A los 14, 15 años empecé a soñar con cosas grandes. Fui a probarme a Boca Juniors, Vélez Sarsfield, pero por diferentes cuestiones no me quedé. Después me fui a Santamarina de Tandil y ahí arranca una ilusión más profesional.
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¿Cómo llegaste a Santamarina?
– Fue raro, porque había hecho pruebas en Buenos Aires dos o tres veces y no me quedé, pasaron cosas raras y yo no quería jugar más al futbol. En ese tiempo trabajaba en mi pueblo para ayudar a mis papás y unos amigos vinieron a decirme: “Mirá, hay una prueba en Tandil”, yo dije: “Ya no quiero ir más”. Tandil está a 100 kilómetros de mi pueblo, yo no conocía. Mis amigos me dijeron: “Vamos, por lo menos conocemos y paseamos un poco”. Fui y terminé quedando. Llegué casi a los 21 años.
Estuviste muy cerca de no dedicarte al futbol.
– Sí, ya no quería ir más. Es más, cuando estaba en Santamarina mi mamá se quedó sin trabajo y yo hablé con el presidente del club, le dije que no jugaría más porque quería volver a ayudar a mi mamá; por suerte el club me dio una mano y seguí jugando.
¿Recuerdas qué hiciste con tu primer sueldo?
– Ayudar a mi familia, aunque no era mucho. Después, cuando tuve la oportunidad de irme a España, le pude comprar la casa a mi mamá. Eso fue una alegría enorme, porque siempre desde que arranqué le dije: “Cuando tenga mi plata te voy a comprar la casa” y por suerte pude cumplirlo.
¿En Tandil ya entendiste que ibas a ser futbolista?
– Fui a conocer la ciudad más que a hacer esa prueba. Cuando te empiezan a pagar un sueldo o cuando concentras, entonces decís: “Esto va en serio”. Ahí ya vives para el futbol. Yo antes trabajaba y el futbol era como un hobbie; me encantaba porque terminaba muerto después de andar todo el día en bicicleta y luego iba a entrenar, pero cuando vives para el futbol es diferente. Yo lo hice a partir de que fui a Tandil.
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¿Cómo saltaste a Chacarita?
– En la campaña en la que con Tandil ascendimos del Nacional A al B, yo hice 18 goles en 18 partidos y de Chacarita me buscaron. Ya en Nacional B (que es como el Ascenso de acá) el futbol es muy difícil. En Chaca me fue muy bien, la gente me quiere mucho y yo le debo mucho a ese club. Era ya más profesional que en Tandil. En ese tiempo me fui a vivir con mi novia a Buenos Aires.
¿Ella es tu actual esposa?
– Sí, fue mi novia de toda la vida. La conocí en Tandil, ahí nació nuestro primer hijo, el segundo en Puebla y viene otro camino que seguro nacerá acá también.
Volviendo a tu carrera, ¿cómo te fuiste a España?
– Tuve un paso primero por Albacete [2008] en segunda y para 2010 fui a La Liga. En la primera de Argentina, mis primeros dos goles se los hice a River Plate, al que dirigía Pipo Gorosito; él me llevó al Xerez en 2010. Estaba una tarde en casa con mi familia, me llamaron y me dijeron: “En dos días te vas a España”.
Fue todo muy rápido. Junté mis cosas y me fui. Mi mujer se fue conmigo a la semana, después de arreglar todo lo de la mudanza. Mis seis meses en Xerez fueron algo soñado: pude enfrentar a cracks como Lionel Messi y Cristiano Ronaldo después de jugar con ellos en la Playstation. Con Messi incluso cambiamos camiseta. Para colmo, en ese partido contra Barcelona me expulsaron… ¡por una supuesta patada a él! Pero terminó el partido y me cambió la camiseta, ¡un fenómeno, Lio!
¿Cómo te expulsaron ese día?
– Fue injusto que me sacaran esa tarjeta roja, pero al siguiente partido pude jugar porque se vio en el video que no lo toqué y me levantaron la suspensión.
¿Cómo fue tu paso por España?
– Positivo. Hasta hoy gente de allá me sigue escribiendo, eso quiere decir que uno hizo las cosas bien en lo futbolístico y también en lo extra futbolístico. A mí me gusta mucho meterme en pueblitos chiquitos, para ver cómo vive la gente allá. Me tocó ir a muchos lados, ver a la gente mayor jugando a la bocha y meterme a jugar con ellos. Esas son cosas que no se me olvidan.
Luego volviste a América.
– Regresé con Arsenal de Sarandí. En 2011 terminé contrato, hablé con mi representante y salió la oportunidad con Deportivo Quito. Me interesó, dije: “Vamos a un país que no conocemos”. Después me fue muchísimo mejor de lo que pensaba; en un año hice 26 goles. También dejé muy buenas relaciones con compañeros de Ecuador, con dirigentes que hasta el día de hoy me escriben para que vuelva. Soy una persona que gusta de ir al frente, de asumir riesgos y no me importa jugar el descenso o estar en el mejor equipo del país.
En Ecuador te fue muy bien.
– Sí, salí campeón, hice varios goles, uno en la final de liga, salí goleador de la Libertadores 2012; era la primera vez que la jugaba y fui campeón de goleo junto a Neymar, ¡imagínate!
Le hiciste cuatro goles a Chivas en Ecuador: dos de derecha y dos de zurda ¿Siempre manejaste bien ambos perfiles?
– No, le pego con la derecha de atrevido que soy, pero así como a veces la puedo meter al ángulo también la puedo tirar afuera de la cancha. Con la derecha trato de que salga lo mejor posible, pero soy zurdo.
Ya. ¿Uno de tus amigos de Ecuador es Fidel Martínez?
– Sí, con él hablo todavía; jugamos juntos un año. Al mismo tiempo que él vino a Tijuana yo me vine para Puebla; con él y varios más quedó una relación muy buena, y de vez en cuando hablamos.
En tu primer torneo en Puebla tuviste tres técnicos. ¿No te asustó eso?
– No, porque cuando un equipo anda mal lo más usual es que echan al técnico, aunque la culpa la tengamos todos. Es injusto, porque cuando se gana dicen que lo hacen los jugadores y del técnico a veces no dicen nada. Creo que cambiar al técnico es lo más fácil para calmar un poco a la gente y decir que se hizo un cambio. Pero en un equipo nos hundimos todos o nos salvamos todos.
Hablando de salvar, me han dicho que el descenso es lo más estresante para un futbolista.
– Es que día a día vives con eso. Nosotros en el Clausura 2015 nos salvamos en la última jornada, contra Santos, pero en algún momento estábamos descendidos porque Leones Negros iba ganando su partido y nosotros perdiendo. Es muy estresante, la gente te lo hace ver en la calle. Ojalá esta vez no lleguemos a esos extremos.
¿Cómo te transmite la afición esa urgencia?
– Te lo dicen: “Estamos en una situación mala, hay que salir”. Lamentablemente a veces no saben que para nosotros es mucho más difícil. Obviamente nadie quiere descender; a veces es difícil hacérselo entender a la afición porque también tiene un cariño muy grande por el club.
A ti te quieren mucho. ¿Tú estás identificado con Puebla?
– Claro. Hace tres años que estoy en el club, he pasado momentos buenos y malos, estoy muy feliz aquí. La gente me trata muy bien y si me tengo que retirar acá, seré el más feliz del mundo. Mi familia está muy feliz aquí, eso es lo importante. Cuando uno está bien afuera de la cancha, adentro las cosas salen más fácil.
Antes del Apertura 2015 te buscaron de otros equipos, ¿por qué decidiste quedarte?
– No lo decidí yo solo. El Puebla tiene la mitad de mi carta y también tenía que opinar. Si al club le servía, me podía vender.
Seguro en esos casos algo no les cerraba, el dinero o alguna otra cosa, y se decidió que me quedara, yo tenía contrato, así que no había problema. Pero como le dije al presidente: “El día que me tenga que ir lo haré con la frente bien en alto y si me tengo que quedar, pelearé por el equipo como he hecho siempre”.
Última: ¿será la del Apertura 2015 tu primera liguilla con La Franja?
– Ojalá. Tenemos un grupo muy unido, estamos trabajando para regalarle una alegría a la gente. Hace varios años [desde el Apertura 2009] que no calificamos y sería muy lindo hacerlo este torneo. Mirá el estadio que estamos haciendo… que se termine para poder disfrutarlo en liguilla sería algo muy lindo para todos.