Carlos Alberto Aguilar: El Titán contra Un Niño.
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El Titán contra Un Niño.
Este fin de semana se enfrentan dos pesos pequeños de alto calibre en el boxeo mexicano. Ambos ya han demostrado su gran potencial pues han sido campeones del mundo. Moises Fuentes es muy alto para su categoría; sobrepasa el 1.70 de estatura y del otro lado el regio Francisco Rodríguez. Increíblemente ambos perdieron con el mismo justiciero; ese fue el filipino Donie Nietes. Un mounstro asiático que boxea, se faja y golpea con poder.
Moises Fuentes el capitalino es un boxeador con gran carácter la primera vez que peleó con Nietes de visita en Filipinas, tuvo el descaro de pararse y tenía las piernas completas sin prejuicios para seguirlo y soportarle los intercambios, soporto y dejó clara su especialidad los golpes al cuerpo. El mejor el gancho de izquierda y la recta cruzada. Su máxima equivocación ofrece el rostro y el tronco cuando ataca… Su defensa es poca, apuesta por su soporte y se mueve poco. Depende de sus ataques intensos a media velocidad, conforme va pasando el combate se vuelve más lento. Es un bombardero de los pesos pequeños.
Lo cierto es que cuando Donnie Nietes lo noqueó en el noveno round, le pegaron en el alma, la confianza y en el orgullo. Sé que lloro mucho y que dejo abierta la posibilidad de decir adiós. Que le pasó a Moy? Es quizá lo más grave que le puede pasar a un boxeador perder la confianza en el. Moy no ha regresado a ese nivel, le pagan y el recuerdo de esos impactos parece lo llevan a ver la figura del filipino. Cambio de equipo dejo a Marco y Jorge Barrera; se fue con Jorge Lacierva pero no ha sufrido cambio sustancial. En lo personal creo que este chaval tiene mucho que dar. Su confianza debe ser reforzada, si trabajaran en intervalos de ataque y defensa, si ocuparán esos largos brazos para pegar un jab contundente sería un rey, un titán de los pesos pequeños.
Francisco “Chihuas” Rodríguez, es un gran chico, un muchacho sin vicios. No toma gota de alcohol, es buen padre, orgulloso de su país. Solo creo esta obnubilado por ser campeón y ver cómo el mundo se transformó a su alrededor. Ese efecto maldito de no tener nada y en un acto ser el rey del mundo, de lo
Material, de una palabra que si se escucha y vale aunque esté equivocada. La fama toma con sus pérfidas manos al ego y lo corrompe al máximo, más si es un niño quien está en disputa y no un hombre maduro.
Eduardo Lamazon, lo califica como un niño y en verdad soporto su calificativo.
Su última presentación fallida fue en la arena Ciudad de México, porque no subió ese día a pelear? Ahí les va. Se fue a mover al ring por la noche dos días antes del combate y una niña de 15 años le pidió subir a entrenar con el, el lo permitió, después le pidió en su arrogancia que le tirara con fuerza para demostrar que era el mejor defensa con velocidad solo cabeceando; el resultado un corte en la ceja derecha de un centímetro. Sí definitivo este juego enmarcado en la idiotez y la inocencia es de un niño.
En su boxeo Chihuas es un chico de gran calidad, pude presumir a sus 20 años poder cerrarle un combate a pura velocidad y con grandes combinaciones con el actual rey de los pesos pequeños Román González. Chihuas, tiene tres pulmones pues combinar moverse con velocidad y soltar por lo menos 140 golpes por round es en verdad de pocos en estos días. Rodríguez es un muchacho calculador no porque se guarde algo, si porque como matemático genera un buen boxeo de golpes muchos y de gran puntería. Los ángulos en el boxeo requieren de mucha practica y Chihuas los maneja muy bien. Si sale con seriedad y con una estrategia definida entrando y saliendo y poniendo el ritmo del combate Moy podrá hacer poco. Si sale pensando que lo tiene ganado Moy podría hasta noquearlo. Moy está herido y ahí tiene ese orgullo que puede marcar la diferencia. Cuando Chihuas enfrentó a Nietes eso sucedió el mexicano no despertó para ganar, se quedó en segunda velocidad nunca fue a fondo y Nietes lo supero por poco. Chihuas dejó claro esa noche una cosa positiva soporta castigo.
Amigos tenemos una puesta en verdad espectacular. Puede ser una de las mejores noches de boxeo; Un niño que puede dejar claro que es ya un hombre o un Titán que puede despertar para reinstalarse en la Élite del boxeo.



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