Memo Ochoa, las dos caras de la moneda
Cinco grandes momentos de Memo Ochoa en 2015
Cinco grandes momentos de Memo Ochoa en 2015
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De las lecciones más duras que da el futbol, Guillermo Ochoa fue protagonista en el 2015. Su anuario lo abrió y concluyó de la misma forma: con un par de eliminaciones en Copa del Rey y con su nombre en el escaparate del mercado invernal, a la espera de una oferta que le brinde la oportunidad de recuperar la continuidad que perdió desde su arribo al Málaga.
Ochoa inició el año reclamando titularidad a pulso de atajadas. En la justa copera recordó lo que era ser estelar y consiguió pisar los Cuartos de Final ante el Athletic de Bilbao. Pero en el duelo de vuelta, aunque tuvo un par de intervenciones notables, poco pudo hacer para negar el gol de la victoria a Aritz Aduriz, quien sentenció el fin de su breve temporada con los andaluces.
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El mexicano no volvió a la titularidad hasta que disputó la Copa Oro de la Concacaf con el Tricolor. El 9 de julio, 161 días después de su última aparición copera, apareció ante Cuba para vivir el episodio más grato del año: cuatro días antes de cumplir 30 años de edad conquistó el título por segunda ocasión en su carrera así como su primer Guante de Oro, galardón que recibió tras jugar los seis partidos del certamen, mantener el marco imbatible en tres de ellos -los rivales fueron Cuba, Guatemala y Costa Rica- y permitir solo cuatro goles.
Tras aquel capítulo memorable, Paco Memo vivió la otra cara de la moneda. La final del 26 de julio ante Jamaica cerró su participación con la Selección Mexicana, toda vez que el extécnico del Tri, Ricardo Ferretti, lo dejó fuera del par de convocatorias que dio durante su interinato -una de ellas para disputar el pase a Copa Confederaciones 2017 ante Estados Unidos- debido a la falta de actividad con el Málaga.
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Con la suerte echada y tras haber sido cumplido 500 días sin jugar en Primera División, Ochoa disputó su primer cotejo del curso 2015-16. Pero su reestreno fue desafortunado. Y es que en los dieciseisavos de final de Copa del Rey, el modesto Mirandés le endosó tres goles que certificaron una eliminación inverosímil de la justa y al mismo tiempo colocaron con antelación punto final a su efímera campaña.
El momento más duro de Ochoa aun no concluye. Sigue en el Málaga, por ahora, sin ofertas en firme para cambiar de club y a la espera de un buen día debutar en Primera División cual portero aprendiz.