¿Camisetas o tesoros?
Hacerte de la playera de tu equipo resulta una verdadera proeza…
Mientras en México conseguir camisetas oficiales de tu equipo favorito (e incluso algunas de colección) es tan simple: se encuentran en establecimientos especializados en deportes, tiendas oficiales del club e incluso se puede solicitar por Internet, en otros países hacerte de la playera de tu escuadra puede resultar una verdadera proeza.
Ese es el caso de Uruguay. Salvo contadas excepciones, comprar un jersey oficial de una escuadra charrúa resulta casi imposible, como cuenta Christian Olivares, coleccionista de camisetas de futbol desde hace cerca de 20 años.
En ese tiempo ha acumulado alrededor de 600 prendas de clubes y selecciones. Para lograrlo se ha valido de varios métodos, entre ellos el intercambio con aficionados de México y otros países; a través de su experiencia con coleccionistas sudamericanos o mexicanos que han ido a Uruguay supo la dificultad de obtener playeras de cuadros celestes.
LEER MÁS: Las 10 camisetas más vendidas en el mundo del futbol
“Normalmente, cuando tú o un conocido viajan a otro país, buscan camisetas de equipos locales o ediciones especiales”, comienza Christian, quien de esta manera ha añadido equipos de Brasil y España a su colección. “Pero en Uruguay es otra cosa -dice-: un par de amigos estuvieron allá y trataron de conseguir, pero es inútil”. Eso, claro está, exceptuando a los dos grandes del país: Nacional y Peñarol. Fuera de ahí, la misión es casi imposible.
Y no solo para los aficionados. Los propios futbolistas se ven en aprietos en ese renglón. “En los grandes no hay problema, pero la mayoría de los equipos no dejan que los jugadores cambien la camiseta porque no tienen para reponerla”. Quien habla ahora es Rodrigo Lemos, ex futbolista uruguayo de Nacional y Pumas, entre otros, además de su selección.
De acuerdo con la Momia, el problema no es con los clubes, sino directo con los fabricantes: “Amigos míos, de equipos más chicos, han pedido a la marca algunas camisetas para regalar. Uno iba a jugar en la Libertadores contra Boca Juniors y quería cambiarla, pero no se la hicieron”. El problema, añade Lemos, está en la cantidad: “Les piden que junten a varios jugadores para que sean muchas, porque solo cuatro o cinco no les hacen”.
LEER MÁS: ¿Quiénes son los jugadores que venden más camisetas?
Las marcas que hacen eso son poco conocidas, “hasta para nosotros”, dice la Momia Lemos, y añade: “En realidad, algunas se dedican a hacer ropa deportiva al por mayor y para las camisetas de futbol le ponen una marca equis”.
Esto llega a originar situaciones que rayan en lo absurdo, según Rodrigo Lemus: “Hay historias de jugadores de equipos chicos que cambiaron la camiseta cuando enfrentaron a un grande… y en la semana tuvieron que ir a pedírsela al tipo que la tenía porque no había para jugar el próximo fin de semana”.
Por fortuna, para los aficionados charrúas, hace unos años surgió una opción que disminuye un poco las dificultades: Rincón del hincha, una tienda especializada que ofrece playeras de casi todos los equipos y, como aclara Lemos, “en realidad es prácticamente original, porque le falta algún logo, un detalle, para que sea igual a la de los jugadores”. Eso sí, no es barato: “El valor ronda el de las marcas importantes, Umbro -de Nacional- y Puma -de Peñarol-, unos 100 dólares; visto así, le ganan como 200 por ciento a cada una, pero el hincha no tiene más remedio”.
LEER MÁS: Real Madrid, el club más rico del mundo
Algo similar sucede en los intercambios entre coleccionistas, según atestigua Christian: “Cuando alguien consigue un jersey uruguayo, no lo cambia por uno solo; puede pedir dos o más, dependiendo de los equipos que ofrezcan, o incluso dinero”.
Tal vez la forma más extrema -y también la más romántica- de conseguir una remera oficial sea con la que concluye la Momia Lemos: “Hay algunos fanáticos que tienen camisetas regaladas por los jugadores”. Claro está, un tesoro así no llega en cualquier ocasión: “Solo pueden dárselas en el último partido del torneo”.