El pequeño impulso que revolucionó a Messi

Desde que Josep Guardiola estaba en el banquillo del Barcelona, todo giraba en torneo a Lionel Messi. En algunos sectores del barcelonismo llamaban a Lío, Capitán General. Su influencia en el equipo iba más allá de sus goles y asistencias: tomaba decisiones hasta sin hablar.

La Pulga se impuso como referencia en el ataque sobre astros como el camerunés Samuel Eto’o, el sueco Zlatan Ibrahimovic, el chileno Alexis Sánchez o el español David Villa. Lionel Messi se dio el lujo hasta de chantajear a Pep mediante un mensaje de texto cuando Ibra era blaugrana. “Bueno, veo que ya no soy importante para el equipo, así que…”, texteó el astro argentino, según expone el libro Misterio Messi de Sebastián Fest y Alexandre Juillard.

También Tito Vilanova padeció los arranques del rosarino, según reveló Siro López en el programa radiofónico español Punto Pelota: “Quiero verle fuera del equipo este verano. Haz lo que sea para sacarle”, fue la advertencia de Messi a su entonces técnico, en referencia a David Villa.

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Incluso, con su actual técnico intercambió palabras altisonantes durante un entrenamiento, luego de que Lío recibiera una falta que no fue pitada a su favor. Luis Enrique -desde que llegó- ha estado consciente en que todo debe girar en torno a Lionel Messi, por ello ubicó a Luis Suárez pegado al costado derecho y al argentino como eje del ataque.

De repente, algo cambió, según expuso alguna vez el delantero uruguayo: “Un día me planté como número 9. Fue el momento en el que Leo me dijo: ‘quédate por ahí´”. Desde entonces, Messi parte de la banda derecha para formar una de las ofensivas más peligrosas del futbol con Suárez, complementados con Neymar en el extremo izquierdo.

Aunque sigue siendo el referente del Barcelona, la Pulga se ha convertido en un personaje más abierto, en el entorno blaugrana cuentan que suele hablar más, incluso hasta con los empleados del club con los que antes no cruzaba ni la mirada.

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Lo que impulsó este cambio en la personalidad de Lionel Messi fue la llegada de su primer hijo, lo explicó el mismo delantero argentino en una entrevista otorgada a France Football justo después de recibir su quinto Balón de Oro: “Thiago nació hace tres años y cambió totalmente mi vida y mi percepción. Antes todo lo que hacía estaba relacionado con el futbol, podía estar tres o cuatro días sin salir de casa y me sentía mal, cansado. Pero desde que nació Thiago, aunque juegue un mal partido o incluso lo pierda, cuando llego a casa y veo a mi hijo se me pasa todo. Mi hijo me ha hecho crecer y ver el futbol de otro modo”.