Las rarezas de la Copa América

Con 100 años de existencia, la Copa América celebrará una versión especial. Durante las numerosas ediciones existen historias que le sacan las lágrimas hasta los más duros y otras que molestan a los que presumen tranquilidad, pero también hay anécdotas que provocan desconcierto por lo insólitas que son.

Deportista al doble | El uruguayo Isabelino Grandín grabó su nombre con letras de oro al ser el primer campeón de goleo con apenas tres tantos, lo llamativo de él es que también era corredor de 400 metros y era tan rápido que incluso ganó cinco medallas de oro a nivel sudamericano.

Un chamaco | Alfredo Foglino sostiene desde 1916 el récord de ser el técnico más joven, con 23 años de edad, además que era defensa central.

Prueba de objetividad | En 1916 fue todo un caos en cuanto a organización se refiere, muestra de ello es la falta de árbitros; fue tal la escasez que el técnico chileno Carlos Fanta y el jugador brasileño Sidney Pullen silbaron un par de encuentros.

De las gradas a la cancha | La primera edición de la Copa América dio una rareza más, pues el futbolista de Huracán, José Laguna, estaba como espectador, pero tuvo que ingresar al partido entre Argentina y Brasil para sustituir a un compañero por lesión.

De algo hay que comer | Al principio, ser futbolista era más una pasión que una forma de ganarse la vida, por eso la selección albiceleste que participó en la edición de 1917 disputó dos encuentros y luego regresó a Argentina porque el plantel tenía que trabajar, tras cumplir sus labores retornaron a Uruguay para concluir su participación.

Ni tan del sur | Son 100 años de la Copa América, el torneo más representativo de Sudamérica, por eso la Conmebol decidió celebrar su Centenario… en Estados Unidos.