Andrés Guardado, un ÍDOLO del PSV
Te presentamos los mejores momentos de Guardado en la temporada 2015-16
En su primer año con el PSV, Andrés Guardado irrumpió como el conquistador de la afición de Eindhoven. Puñados de muestra de cariño -la más emblemática un mosaico con la bandera de mexico en una de las gradas del Philips Stadion- dieron prueba de ello. El mexicano, por primera vez, fue campeón de Primera División. ¿Había algún reto más complejo? Sí.
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La meta del Principito era no solo mantener el nivel, sino además tenía que dar lustre a su desempeño y ratificar que el cariño de la fanáticada granjera no era simple simpatía. ¿Qué hizo para conseguirlo? Nada menos que explotar su facetade fabricante del gol: acabó como el segundo mejor asistidor del club -el cuarto mejor de la liga- detrás de su compañero Jürgen Locadia.
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Poco importó que las lesiones -se perdió un total de 12 partidos- fueran un handicap para estar tope con el club. Guardado no le falló a la afición del club, ni al cuerpo técnico, ni a él mismo. Esas 11 asistencias en liga -acabó con 12 en todas las competiciones- fueron vitales para que el PSV consiguiera el bicampeonato de la Eredivisie. Su mejor cuota en un partido fue el pasado 24 de enero, cuando ante Twente dio tres pases de gol en menos de 16 minutos que le valieron para formar parte del libro de récords de la Eredivisie.
¿Algo más? Por supuesto. El mediocampista vivió su año más productivo como asistidor. Hasta antes de este curso su máximo de asistencias era de 11, que consiguió con el Deportivo la Coruña en Segunda División. Todo derivó en la conquista del título y en acabar como el segundo mexicano que consigue un bicampeonato en la Eredivisie. Por ello verlo arrazar en las votaciones y afianzar un lugar en el once ideal de la Eredivisie, del que también fue parte su connacional Héctor Moreno, fue el colofón ideal para Guardado, el ídolo del PSV.