Cuando en la Euro resuelven, y en Copa América no

El pasado domingo 12 de junio, el futbol presenció dos jugadas sumamente apretadas en diferentes puntos del orbe, que no pudieron ser vistas por todos los ojos humanos, en primera instancia, y tuvieron que ser aclarados por la tecnología.

El primer caso surgió con el juego entre Alemania y Ucrania, de la Eurocopa de Francia 2016, donde, Jerome Boateng logró evitar que el conjunto ucraniano anotara, cuando el encuentro estaba 1-0 en favor de los teutones.

Los futbolistas de Ucrania reclamaron de inmediato, tras la jugada donde Jerome Boateng despejó el esférico de la línea de gol, así que la tecnología resolvió el asunto, pues reveló que el balón nunca ingresó a la cabaña alemana.

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La siguiente jugada apretada, se dio en la Copa América Centenario, cuando Raúl Ruidiaz anotó el único gol del encuentro entre Brasil y Perú, al minuto 75, anotación que le dio la victoria y el pase a la siguiente ronda, al conjunto inca.

Raúl Ruidiaz anotó el gol con la mano pero sólo el cancerbero Allison se dio cuenta, así que fue a reclamar tras la anotación, acción que secundaron sus compañeros de inmediato, y aunque el árbitro del encuentro, se puso en contacto con alguien, mediante sus auriculares, dio el tanto como legítimo, pues ya lo había marcado así, en primera instancia.

En la Eurocopa, la tecnología actuó y lo hizo para bien, mientras que en la Copa América, no hubo uso de tecnología, salvo por la consulta del árbitro, quien finalmente decretó como valido un gol que fue anotado con la mano.