Lágrimas de Messi y Cristiano…
La caprichosa redonda descontó a los mejores futbolistas de la actualidad
La caprichosa redonda decidió apagar el brillo, súbitamente, de los mejores futbolistas de la actualidad. Hace dos semanas, provocó las lágrimas del argentino Lionel Messi tras caer en la Final de la Copa América Centenario. Hoy, provocó el llanto del portugués Cristiano Ronaldo luego de lesionarse en la Final de la Eurocopa.
Los dos astros del futbol actual brillaron durante toda la temporada. La Pulga lo hizo con el Barcelona y CR7 con el Real Madrid. Sin embargo, lejos de sus clubes la redonda les jugó de mala manera.
Mientras a Lionel Messi le impidió conseguir el anhelado título con la selección absoluta de Argentina, a Cristiano Ronaldo lo golpeó de brutal manera y lo alejó de las canchas cuando luchaba por alcanzar la gloria con el combinado nacional de Portugal.
Hace dos semanas, Messi se convirtió en humano y falló un penal en la Final de la Copa América. El crack argentino estalló en llanto ante la impotencia. Hoy, Cristiano tuvo que abandonar el terreno de juego en el minuto 25 de la Final de la Eurocopa por una maldita lesión. El astro portugués abandonó la cancha en camilla y llorando.
Messi, Cristiano y el fútbol. pic.twitter.com/OOxCN5w646 #EuroCOPEFinal
— Tiempo de Juego (@tjcope) 10 de julio de 2016
La caprichosa redonda no quiso que los astros brillaran en el presente verano. No quiso que Lionel Messi rompería el maleficio que le acompaña con la selección de Argentina en los últimos años. El crack del Barça terminó derramando lágrimas tras una Final dramática ante Chile, en la que falló un penalti en la decisiva tanda.
Cristiano Ronaldo llegó a la Final ante Francia como el líder indiscutible de una Portugal que se aferraba al madridista para intentar conquistar la Eurocopa. CR7 buscaba asestar el golpe definitivo en la carrera por el Balón de Oro. Con la Champions en el bolsillo, alzarse con la Euro era el objetivo final.
Tristísimo verano el de Lionel Messi y Cristiano Ronaldo. El mago perdió su magia… La máquina no aguantó más.