La tarde de futbol de Cerati

Por: Luis Gerardo Hernández
Twitter: @LuisGerardo_90

En el desarrollo emocional del ser humano existen la pasión y el gusto, virtudes que no dependen la primera de la segunda necesariamente, pero invertidas sí. La pasión es ese sentimiento y entusiasmo por y para hacer cualquier cosa, capaz de perturbar la propia razón, y la segunda se refiere al simple interés por algo.

Para el exlíder de la banda Soda Stereo, Gustavo Cerati, la palabra pasión, indiscutiblemente se traducía en música y hacer música; no por nada es considerado uno de los más grandes e influyentes músicos de Latinoamérica.

Dentro de todo lo demás que le pudo haber interesado alguna vez compartió su gusto por el futbol en un programa de televisión declarando que era hincha del Racing de Avellaneda, incluso durante un concierto aún con Soda Stero en 1995, entre las estrofas de Primavera Cero se escuchó un “¡Dale, Racing!”. No se conoce otra acción pública que realmente demostrara que para Cerati el futbol era trascendental. Era sólo un gusto.

Hubo un día en el calendario de 1987 en el cual el argentino hizo a un lado la pasión musical para darle acción a ese gusto por el deporte más popular del mundo.

Fue en Puerto Montt antes de subir al escenario para el soundcheck del concierto que daría la banda esa noche en el estadio Bicentenario de Chinquihue. Se dice que fue una falla en los ductos eléctricos lo que retrasó las pruebas de sonido. La espera sería de algunos minutos y entre tantas cosas había un balón. Y ¿qué se puede hacer en un campo grande de césped y un balón para matar el tiempo? Entre el trío argentino, sus músicos y el equipo de sonido se jugaron una “pichanga” durante una hora; en las fotos que existen se aprecian a Gustavo, Zeta y Charly jugando con gran intensidad tras el balón incluyendo una en la cual el guitarrista parece barrerse por el esférico como el mismísimo Ruggeri.

Gustavo Cerati(Fan de Racing), jugando fútbol con compañeros de Soda Stereo, por problemas en un estadio de Chile. pic.twitter.com/Bp0sEbgIZ2

— Radio Diblu FM (@RadioDibluFM) July 15, 2016

Imagino que en ese partido no faltó que alguno de los ‘futbolistas’ haya querido emular el gol del siglo de Maradona, las atajadas de Nery Pumpido o la polémica  ‘Mano de Dios’. De lo que no hay duda es que esa tarde del 17 de febrero, Cerati dejó la plumilla, el talí y la guitarra reposando en algún lado del escenario, como si ésta fuera su novia espectadora, para convertirse junto con Zeta Bosio y Charly Alberti en seleccionados argentinos de futbol.

Aunque al principio pareció obra de la casualidad, con la falla eléctrica, quizá estaba escrito que una de las bandas más influyentes y reconocidas del mundo jugara futbol en, como se le conoce, “el estadio más austral del mundo”.