Falta transparencia y urge más legalidad al boxeo

FALTA TRANSPARENCIA Y URGE MAS LEGALIDAD AL BOXEO

Luego de los últimos acontecimientos que han sacudido al boxeo mexicano y al mundial, es un hecho que al deporte de los puños en la actualidad le falta transparencia y le urge más legalidad para evitar que los aficionados se vean frustrados con acciones desconcertantes.

Quizas el punto neurálgico de las controversias que se han suscitado durante las últimas semanas, es el pago de 800 mil dólares que pretendía cobrarle Gennady Golovkin a Miguel Cotto para dejar que el de la isla del encanto expusiera la corona de los pesos medios del World Boxing Council (WBC) frente al mexicano Saúl “Canelo” Álvarez.

La transparencia debe darse desde el inicio de cualquier negociación para una pelea de campeonato mundial y no mantener en la confidencialidad los acuerdos que se dan mediante el estira y afloja de negociaciones abajo del agua.

A todo mundo sorprendió el WBC cuando anunció que le retiraba su calidad de campeón de peso medio a Cotto por negarse a pagar 800 mil dólares por considerar que esa era una pretensión muy elevada y que sólo estaba dispuesto a cubrir un pago de 125 mil dólares. Si hubiera transparencia en el boxeo, dichos desconocimientos no se presentarían de manera sorpresiva ni para los peleadores, los promotores, las televisoras y mucho menos para los aficionados que al final de cuentas son los que pagan el espectáculo y muchos se sienten defraudados con arreglos confidenciales.

En cuanto a la legalidad urge que haya criterios unificados para que los jueces emitan puntuaciones que se ajusten a la realidad de los hechos en el ring y como sucedió en la pelea de la argentina Vanesa Taborda que fue despojada de un triunfo ante Mariana Juárez y el pasado fin de semana el mexicano Pedro Guevara perdió el cetro minimosca del WBC a manos de un jurado que emitió un fallo localista a favor del japonés Yu Kimura.

Urge que los organismos rectores metan a la legalidad a la Comisión Atlética de Nevada y a otras más de estados Unidos que parece actúan más apegadas a lo que dictan las casas de apuestas que a lo que acontece en el ring