Francia tritura el sueño de Islandia

Acabó el sueño de Islandia en la Eurocopa 2016. Ni el estruendo de la arenga vikinga de su ferviente afición obró el milagro después del colapso sufrido en el primer tiempo. Cinco goles de primer nivel endosados por Olivier Giroud (12′, 59′), Paul Pogba (20′), Dimitri Payet (43′) y Antoine Griezmann (45′) le pusieron punto final a una epopeya nórdica de antología.

El conjunto de Didier Deschamps no tuvo piedad con los Islandeses. Hoy, aquel equipo que en toda la justa no había conseguido marcar un gol en el primer tiempo fue voraz, devastador. Rompió el hielo con un trazo de Blaise Matuidi que acabó en las redes tras una definición impecable de Olivier Giroud al minuto 12.

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Les Blues aprovecharon el desconcierto del rival para ampliar la ventaja tras un tiro de esquina. Trazó Antoine Griezmann una parábola a segundo poste y aparición Paul Pogba con un saltó atlético para romper la marca de Bödvarsson y rematar con frentazo impecable.

A dos minutos del descanso, Francia consiguió el tercer tanto con una jugada electrizante en la que, tras un servicio por la punta derecha, Olivier Giroud ganó el balón por aire dentro del área y lo mandó a Griezmann, quien desde la media luna lo dejo a merced de Payet, cuyo tiro fue raso y milimétrico.

Francia fue ciclónica e hizo historia al convirtió en la primera selección que marca cuatro o más goles en la historia de la Eurocopa con un tanto espléndido del francés Antoine Griezmann. Giroud pasó un taconazo y el siete de Les Blues fue un velocista que definió con una vaselina de primer nivel.

En el complemento Islandia intentó reaccionar y consiguió descontar en el marcador. Kolbeinn Sigthorsson, quien ingresó de cambio, remato un centro punzante por la banda derecha de las botas de Sigurdsson.

Pero en un santiamén acabó, Francia sofocó el tanto de la mano del hombre que hoy dio su mejor partido en lo que va de la justa. Giroud finiquitó una actuación redonda después de perforar la red con un sólido remate tras un cobro a balón parado.

Islandia, siempre estoica y vendiendo cara la derrota, peleó hasta el último instante y acabó por marcar un segundo gol. Skúlasson centró por la banda izquierda y apareció Bjanarsson para rematar con un martillazo ante la mala marca de los centrales Kscienly y Umtiti.