La Historia de…Francesco Totti
El gladiador romano cumple cuatro décadas de vida
Roma es conocida como la Città Eterna, en ella se encuentra la mayor concentración de bienes históricos y arquitectónicos del mundo, es una ciudad con tres milenios de historia que vio nacer a alguien que también parece eterno: Francesco Totti, un guerrero de 40 años que por sus más de 700 batallas en las canchas de futbol se ha ganado el derecho a ser llamado Gladiador.
VERTIGINOSO ASCENSO
Francesco nació en Roma el 27 de septiembre de 1976. A los nueve meses dejó ver que su destino era el futbol cuando en un viaje familiar a la playa se maravilló ante una pe- lota a pesar de tener otros juguetes. Aquel bebé creció y sus padres, Lorenzo y Fiorella, lo inscribieron en un equipo llamado El Fortitudo. Luego, cuando tenía 13 años de edad el Milán intentó reclutarlo, pero el chico declinó la oferta porque su madre quería que se quedara en casa, en la capital italiana.
En 1989 Francesco Totti ingresó al equipo juvenil de la Roma. Tras deslumbrar a los técnicos y convertirse en el Mejor Jugador del conjunto en su categoría debutó con el primer equipo en 1993 ante el Brescia. “Tenía 16 años y seis meses. Vujadin Boskov [en aquel entonces técnico de la Roma] me ordenó: ‘Calienta’”, recuerda Totti, y agrega: “Después de ese momento todo fue más sencillo”.
Su primer gol lo hizo a los 18 años, ante el Foggia. “Es un recuerdo bellísimo. Ni yo creía lo que había hecho”, señaló Pupone (Niñote), sobrenombre que le dieron sus entrenadores en las ligas infantiles. Integró la selección sub-21 de Italia, y eso significó su consolidación como uno de los mejores futbolistas del país ya que en 1996 guió a los Azzurrini a ganar la Euro Sub-21 anotando un gol en la final. Todo iba viento en popa…
Sin embargo, la llegada del técnico Carlos Bianchi al banquillo de la Roma en 1996 supuso los primeros obstáculos en la etapa profesional de Totti. Al técnico argentino no lo convencía el mediapunta italiano.
Pero Bianchi no cuajó y al año siguiente llegó Zdenek Zeman y con él Francesco pasó de tener un rol secundario a convertirse en el capitán de la Roma. Rápidamente empezó ser reconocido como un símbolo del club. Disputó 30 partidos y anotó cinco goles. Un año más tarde, en 1999, fue elegido Mejor Futbolista Joven de la Serie A.
Tras el mal Mundial que realizó Italia en 1998 Totti llegó a la Squadra Azzurra. En ella debutó a los 23 años y se ganó la convocatoria para la Euro 2000. En la semifinal ante Holanda el partido se fue a penales y cuando era el turno de Totti este le dijo a Paolo Maldini y a Roberto Baggio: “De cucchiaiolo [cucharita] voy a tirar”. Ambas figuras inten- taron disuadirlo, pero Totti, muy seguro de sí mismo, cobró así el penalti y anotó.
Italia pasó a la final contra Francia. En ese duelo apareció otro gran recurso de Totti: el taconazo. Se inventó uno prodigioso que acabó en un gol de Marco Delvecchio. Italia perdió aquella final (2-1), pero eso no impidió que Francesco fuera nombrado Mejor Jugador del Partido.
En la temporada 2000-01, llegó Fabio Capello a la dirección técnica de la Roma y Francesco se mostró emocionado por el poderío que su equipo alcanzó con el General: “Seamos sinceros, Capello es el mejor técnico del mundo y con él podemos ser campeones”.
Y así fue. Roma logró el tercer título de su historia en Serie A y Totti declaró eufóricamente: “Ganar un Scudetto con la Roma equivale a ganar 10 con cualquier otro equipo”. Además fue elegido Mejor Jugador Italiano del Año. Un año después, en el Mundial de 2002, Francesco disputó los tres juegos de la fase de grupos como titular pero no anotó. En los octavos de final fue expulsado ante Corea del Sur concluyendo de mala forma su primera experiencia mundialista.
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Dolorosos Episodios
En los años siguientes, Totti man-tuvo su hábito goleador. Anotó 20 tantos en 31 encuentros en la temporada 2003-04, aunque eso no bastó para que la Roma se coronara y se conformó con el subcampeonato de la liga, detrás del Milán.
Esa asiduidad de quedarse a las puertas de la gloria le fraguó una imagen de impotencia en las gran- des citas, como cuando escupió al danés Christian Poulsen en la Euro 2004 y fue expulsado del torneo, por lo que fue criticado en su país.
No obstante, ese verano estuvo a punto de dejar Roma por Madrid. Pero el acuerdo no se cerró. “Si me hubiera ido al Real Madrid habría ganado tres Champions, dos Balones de Oro y muchas cosas más, pero prefiero mi ciudad”, ha dicho Francesco quien al final de ese 2004, fue incluido en la lista de los 100 Mejores Futbolistas de la FIFA elaborada por Pelé.
La temporada 2004-05 fue decepcionante para la Roma, pues finalizó en el octavo lugar del campeonato. A pesar de ello Totti mantuvo su poder ofensivo: anotó 15 goles y se convirtió en el máximo goleador en la historia del equipo romano al marcar su diana número 107 y batir el récord de Roberto Pruzzo (106).
Con la llegada de Luciano Spalletti al banquillo romano en 2005, Totti pasó a jugar como único punta, lo que derivó en su consagración como Capocannoniere de la Serie A en ese año. Sin embargo, el cambio de posición trajo un problema, los golpes recibidos eran muchos y por ello alzó la voz: “Sé que esto pasa en el futbol, pero tengo miedo por el Mundial de Alemania”. Unos días después de esas declaraciones, el 19 de febrero de 2006, durante un encuentro ante Empoli, sufrió una fractura en el peroné izquierdo.
Muy pocos apostaron a que Totti llegaría al Mundial, pero Marcelo Lippi, entrenador de la Nazionale, declaró que harían todo lo posible por recuperarlo. “Sería un pecado no tenerlo en Alemania. Es muy importante para nosotros”, advirtió. Francesco no falló y su papel fue esencial para la consecución del título. Jugó todos los encuentros de la fase de grupos, no estuvo en el once inicial en el juego de octavos contra Australia, pero su entrada en la segunda parte fue decisiva ya que anotó el gol de la victoria en el minuto 95 y certificó el pase de la selección de Lippi a cuartos. Aunque no volvió a anotar lideró a los Azzurri a ganar su cuarto Mundial.
El año siguiente fue de gran satisfacción para Francesco Totti, ya que se convirtió en el goleador del campeonato on 26 anotaciones, logró la Bota de Oro y fue nombrado por quinta vez Futbolista Italiano del Año en la Serie A, aunque al inicio de 2008 sufrió nuevamente una lesión que lo mantuvo fuera cuatro meses.
Sin su máxima estrella, el equipo romano obtuvo la Copa de Italia, y, aunque no participó en la final, a Totti le fue permitido levantar el trofeo como el capitán giallorosso. “Ganar la Copa nos da una inmensa satisfacción, nuestros admiradores se lo merecen”, expresó. Pero, a pesar de la motivación, se perdió la Eurocopa 2008 pues no se recuperó a tiempo de la lesión.
A partir de allí y hasta 2010, Totti se resintió de varias lesiones, lo que lo llevó a perderse muchos partidos. En la campaña 2009-10 jugó su menor cantidad de encuentros, solo 23.
En 2011, el club cambió de dueño y con ello llegó al banquillo el español Luis Enrique, quien limitó la participación de Francesco argu-mentando que “ya no podía jugar todos los partidos como titular”, y así, por primera vez desde 2002, Totti no rebasó la decena de goles en el campeonato. Al final de la temporada el estratega español salió del club tras haber quedado en la séptima posición del Calcio.
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COMO BUEN VINO
En 2012 la Lupa anunció el regreso de Zemana la dirección técnica. Con él, Francesco recuperó el protagonismo (jugó 34 partidos) y se reencontró con los goles. Uno destacó de for-ma especial… previo a la Jornada 27 contra Génova, Totti vaticinó: “Marcaré dos goles y superaré a Nordahl”; solo anotó uno, pero llegó a los 225 tantos en la liga italiana e igualó al sueco Gunnar Nordahl como el segundo máximo anotador en la historia del torneo.
25 días después de que igualó la marca, se cumplieron 20 años de su debut en Serie A y Gianluigi Buffon aprovechó para enviarle una carta en la cual destacó: “20 años en la Serie A, y parece que tú rejuveneces en vez de hacerte viejo. Has escrito la historia del futbol italiano”.
Tras dichos festejos, en septiembre de 2013 Il Eterno renovó su contrato con Roma hasta 2016. “Es lo que queríamos todos, en estos años podemos hacer grandes cosas”, dijo Totti y por su parte, el presidente Thomas di Benedetto aseguró que, tras el retiro de Fran- cesco, “nadie más usará el número 10 en la Roma”; y reconoció que el nuevo estadio que estrenará la Loba en 2016 podría ser bautizado como estadio Francesco Totti.
Con tales alicientes, Pupone inició su temporada 21 con Roma y ante el Torino llegó a los 700 encuentros con la camiseta de la institución, además alcanzó un nivel de juego superlativo que levantó peticiones entre los italianos que lo reclamaban para el Mundial de Brasil, a lo que Totti contestó: “Si me mantengo en buena forma me convocaría para el Mundial”
El seleccionador de Italia, Cesare Prandelli, respondió asegurando que si el Mundial tuviese lugar en las próximas fechas convocaría “sin ninguna duda” al veterano jugador.
Ello alentó más a Francesco, quien compartió: “Sería lo máximo, espe- cialmente en Brasil, donde el futbol lo es todo”. Además ironizó: “Si las cosas salen mal, podrán decir que fue culpa del anciano que arruinó el plantel”. De forma que, a sus 37 años, Totti aspira a jugar su tercer Mundial, poniendo en entredicho las palabras de Buffon, pues más allá de rejuvenecer, pareciera que Totti no se acaba, que es Eterno.