Puebla y Gallos dieron partido para el olvido

La Franja no pudo con Gallos y empató sin goles en el Cuauhtémoc en cierre de la Jornada 3.
Puebla dejó escapar la oportunidad de sumar su primera victoria en la jornada 3 del Clausura 2017. Aunque los Camoteros la buscaron de principio a fin no pudieron con los Gallos del Querétaro que, sostenidos por el arquero brasileño Tiago Volpi, acabaron saliéndose con la suya y empataron sin goles en el Estadio Cuauhtémoc.
El choque entre dos de los peores equipos que hay en el amanecer del torneo quedó reflejado en un partido en el que no hubo un solo tiro a puerta en el primer tiempo. De hecho, el Puebla tuvo la mejor ocasión en este lapso con una gran jugada de Carlos Esparza -el mejor hombre de Valiño en el partido-, pero acabó en la grada después de un mal tiro de David Toledo.
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Querétaro demostró porque es el único equipo del torneo que acumula una racha de 270 minutos sin gol. Ni con un par de cambios tras el descanso fue capaz de controlar el mediocampo y poner en sintonía a sus delanteros Yerson Candelo y Edgar Benítez, faltos de desequilibrio y sin la chispa para ponerle una pelota a Tito Villa, que se fue el partido sin un solo remate al marco.
Si hoy tuvo una virtud el Puebla fue nunca darse por vencido y, pese a que no fue atrevido y buscó tiros de media distancia, encontró las dos oportunidades de gol más importantes en el último cuarto de hora.
La primera fue tras una jugada electrizante de Canelo, que tocó retrasado y le puso un buen balón a Esparza, quien sacó un tiro a quemarropa que tapó Volpi con un achique espectacular. Y la segunda cayó tras una media vuelta de Miguez en el área, quien controló y le puso medio gol a González con una pelota al corazón del área que no pudo rematar gracias a otro soberbio lance del arquero.
Pero ni ese par de ocasiones lograron evitar que hoy se jugará el peor partido en lo que va del Clausura 2017. Puebla y Gallos siguen como dos de los tres equipos que aun no saben los que es ganar y, además, han dejado escapar sumar puntos vitales en la lucha que afrontan por no descender.