Sede Viña del Mar: Un grato recuerdo para México
El Tri consiguió su primera victoria en Mundiales en el estadio Sausalito
Una nueva era comienza, el objetivo es Rusia 2018. Para ello el técnico la Selección Mexicana ha superado los partidos que sirven de práctica, pero enfrente tienen su primera gran prueba: la Copa América Chile 2015. Bajo las órdenes de Miguel Herrera el Tri emprenderá su travesía cuando se enfrente a Bolivia.
Este duelo tendrá como escenario el estadio Sausalito de Viña del Mar; recinto que trae gratos recuerdos a toda la afición nacional pues se trata del lugar donde el combinado azteca consiguió su primer triunfo mundialista.
La presentación del Tricolor en el máximo certamen del futbol, rememora más tragos amargos que motivos de sonrisas, pues en los anteriores torneos el equipo tuvo que soportar ocho goleadas en 11 cotejos que disputó.
Para Suecia 1958, México logró romper su racha de solo derrotas y consiguió empatar (1-1) con Gales, gracias a la anotación del último minuto de Jaime Belmonte.
Cuatro años después, en Chile 1962, el combinado nacional estaba motivado y tenía el objetivo de mejorar su participación en Mundiales. Además las riendas las comandaba el tres veces campeón de la liga mexicana, Ignacio Trelles.
La contienda en Chile empezó sumergida en negrura para el Tri, porque se vio superado por un imponente Brasil (2-0) y España (1-0).
Más de uno se imaginó que el grupo de Nacho regresaría con cero puntos, pues enfrente los esperaba Checoslovaquia que llegaba invicta con cuatro unidades.
El nerviosismo invadió al plantel que no querían defraudar a los millones de fanáticos que esperaban celebrar aunque sea la más remota hazaña.
Con una frágil ilusión, el conjunto verde pisó el estadio Sausalito de Viña del Mar. De inmediato la moral se fue al suelo, porque apenas en 15 segundos Vaclav Masek hizo el gol más rápido hasta en ése momento de la historia.
Hubo desconcierto en México, pero desde fuera de la cancha una voz desgarraba la garganta de Nacho Trelles para levantar el ánimo del plantel, que ni tardo ni perezoso comenzó a emparejar la balanza.
En ese momento Isidoro Díaz apareció solo en el área para empujar el balón (12′) y encaminar al grupo a la histórica remontada.
Antes de acabar la primera parte, México por fin estaba arriba en el marcador luego que Alfredo del Águila recibió la pelota entre cuatro checoslovacos dio media vuelta y fusiló al arquero rival (29′).
Aquella tarde del 7 de junio de 1962, toda la República quedó paralizada, porque el reloj estaba a punto de marcar el final de un duelo que podría acabar la sequía en Mundiales. Los del viejo continente presionaban, más de un susto seguido de un suspiro de alivio embargó a todo un país.
Cuando el partido agonizaba, el silbido retumbó en todo el estadio Sausalito, dicha señal no significaba el final del encuentro, sino un penal a favor de la Selección Mexicana, mismo que Héctor Hernández se encargó de capitalizar para concretar el añorado 3-1.
Desde Uruguay 1930, tuvieron que pasar 32 años 12 derrotas y un empate, para que el Tri consiguiera su primer triunfo en Mundiales, el cual cobró mayor relevancia porque Checoslovaquia se convirtió en subcampeón.
Si bien, el combinado nacional se quedó en fase de grupos de Chile 1962, al equipo lo recibió toda una nación con rostros de felicidad, porque se trataba del grupo que consiguió sumar tres puntos en un solo juego.
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