Debut soñado para Martial con Manchester United
Entró como sustituto y puso de pie al Teatro de los Sueños con un bello gol
Su transferencia causó controversia y su irrupción despejó las dudas, al menos en su debut. Con 19 años Anthony Martial demostró sus potestades y maravilló a los aficionados en Old Trafford y a los millones de televidentes alrededor del orbe. Su gol mostró que todas las capacidades con las que lo catalogaban son adecuadas: rápido, habilidoso y definidor.
Cuando el partido estaba en tensa disputa, con los Reds amenazando el arco de David de Gea, una descolgada vertiginosa de Martial puso el sello final a un duelo brillante, sobre todo en la segunda mitad. El francés recogió un servicio por el corredor izquierdo, se puso de frente y encaró a Martin Skertel. Al relevo nunca acudió Clyne, situación que orilló al eslovaco a mostrar falencias ante la habilidad del debutante. Recorte hacia afuera y definición de lujo, pegada al poste para el nuevo 9 del club, la esperanza a futuro y la ilusión del presente.
Instante inmejorable para anotar eligió Martial (86′) pues 120 segundos antes, Christian Benteke silenció al Teatro de los Sueños con una fantástica chilena que dejó sin oportunidades a David de Gea, que tras su renovación, completó su primer juego de la temporada.
Con varias sorpresas saltó el Manchester United en el clásico inglés. Van Gaal no llevó a Wayne Rooney ni al banquillo y David de Gea se puso los guantes y cubrió el arco de los Devils. El primer tiempo fue agitado, pero no quedó ni cerca del vertiginoso complemento.
Para el segundo lapso, sin goles en el marcador, el estratega holandés continuó con las sorpresas. Sacó del campo a Depay y dio ingreso a Young. El inglés dotó de amenazas el costado izquierdo y así surgió el primer gol. Young ganó una falta y en jugada de laboratorio, Mata sirvió para Daley Blind que cacheteó la esférica para dejar sin oportunidades a Mignolet.
El Liverpool se fue con todo al frente pero en más de dos ocasiones de Gea impidió el gol y Blind de nueva cuenta deslumbró. Si antes metió un golazo, ahora salvó otro en la línea. Poco después Ander Herrera anotó un penalti, que él mismo había provocado para poner los cartones 2-0. El final fue frénetico y con dos golazos. Primero Benteke asustó, después Martial convenció.