Atlético de Madrid se estrella con el Qarabag en la Champions League
Un decepcionante empate sin goles con el Qarabag disparó este miércoles las dudas del Atlético de Madrid en la Champions League, incapaz de doblegar a un rival menor en Europa, con sólo dos puntos en tres jornadas y con la clasificación para los octavos de final más que comprometida. Este video te puede interesar. Todo […]
Un decepcionante empate sin goles con el Qarabag disparó este miércoles las dudas del Atlético de Madrid en la Champions League, incapaz de doblegar a un rival menor en Europa, con sólo dos puntos en tres jornadas y con la clasificación para los octavos de final más que comprometida.
Todo dentro de su frustrante partido en Baku, en el que le faltó pegada en ciertos momentos, como el tramo final del primer tiempo, pero en el que, en líneas generales, completó un encuentro horrible, muy por debajo del nivel que tiene el conjunto rojiblanco, incluso contra diez desde el minuto 74, cuando el árbitro entendió como simulación de Ndlovu un penalti cometido por Diego Godín.
⏱ 95' | 0-0 | Final en el estadio Olímpico de Bakú #QarabagAtleti #UCL pic.twitter.com/URAg4w3lVI
— Atlético de Madrid (@Atleti) October 18, 2017
Hasta el minuto 25 ni una ocasión. Al descanso, empate a cero, explicado, en cualquier caso, por la falta de remate del Atlético desde entonces, porque, dentro de esa versión gris, tuvo opciones suficientes para haber terminado el primer tiempo en ventaja; en unas le faltó pegada, en otras le sobró el portero Ibrahim Sehic.
No hubo ni una sola intervención en la otra portería del esloveno Jan Oblak, un espectador más en el control visitante del primer acto. Pero la victoria, importante para su futuro en el grupo C, exigía mucho más, varias marchas más, más velocidad, más precisión y más desparpajo en los últimos metros, donde se deciden los partidos.
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Un jeroglífico para el conjunto rojiblanco, con el volumen de posesión repartido con su contrincante a la hora de encuentro, sin una sola oportunidad de nuevo en el comienzo de la segunda parte, con el primer disparo de su rival, centrado a las manos de Oblak, y con el naufragio general del Atlético individual y colectivamente.
Y gracias para el conjunto rojiblanco, afortunado cuando el árbitro francés Ruddy Buquet no entendió como penalti una acción que sí lo fue, con una entrada de Godín sobre Ndlovu, que además supuso la segunda tarjeta amarilla del delantero y su expulsión. Ni siquiera ante diez ganó el Atlético, que reclamó un posible penalti a Torres al final e indudablemente mucho más lejos de los octavos de final de la Liga de Campeones.