Directores Técnicos supersticiosos

Este lunes 6 de junio, el almanaque marca una fecha tenebrosa para los supersticiosos y religiosos, pues es el sexto día del sexto mes del año 2016, un número cabalístico y poco deseable para muchos, que en muchas ocasiones se relaciona con el Apocalipsis, por ello recordamos a algunos estrategas supersticiosos, que seguramente se esconderán este día.

Ricardo La Volpe | Una discusión que tuvo con Miguel Herrera en el Clausura 2016 se debió, según explicó el argentino, a que Miguel lo saludó antes del partido: “No me gusta, no sé si cuando te dan la mano te están pasando la malaria [mala suerte]”.

No es la primera vez que esa clase de creencias de Ricardo Antonio salen a relucir; en el Mundial de 2006 usó una corbata con dragones, según él mismo, por sugerencia de “la gente del feng shui”. El ex seleccionador contó que su signo en el zodiaco chino era dragón y que le indicaron: “Tienes que tenerlo, te va a dar energías”.

En 2012, Jesús Arellano contó algunas anécdotas de la época en que La Volpe dirigía a la selección mexicana: “Un día, en la Copa América 2005 nos puso a jadear como perros, que porque así se sacaban las malas vibras… En una concentración, nos hizo escribir nuestros miedos y después enterrarlos en un ataúd, hicimos todo un velorio”.

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Raymond Domenech | Otro ex seleccionador afecto a las creencias zodiacales es este francés. Su relación con ellas se fortaleció en la década de los 80, cuando entrenaba al Mulhouse de su país: un astrólogo analizó la personalidad del plantel de acuerdo a su carta astral y el técnico se convenció de la importancia de aquel método, que desde entonces se convirtió en uno de los elementos que toma en cuenta cuando debe tomar decisiones sobre el armado de sus equipos, según admitió en 2005, en el programa de televisión El derecho de saber: “En un momento dado, hay que elegir entre dos jugadores del mismo valor y el plus lo puede aportar la astrología”.

El peso de esa creencia en su profesión se le nota en frases como: “los Escorpio acaban matándose entre ellos” o que, además de ese, signos como Cáncer y Libra eran “poco beneficiosos para el grupo”.

En ese tema, Robert Pirès, quien previo a Alemania 2006 tuvo una gran temporada con el Arsenal, quedó fuera de la lista de Les Bleus dirigidos por Domenech; el ex jugador dijo en esa época: “Él cree que los Escorpio no son buenas personas y no pueden convivir con los demás”.

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Luis Aragonés | Uno de los logros del Sabio de Hortaleza (qepd) fue dotar de una identidad y un estilo distintivo a la selección de España, a la que llevó al título de la Eurocopa 2008, además de los éxitos que consiguió con clubes como el Atlético de Madrid. Uno de sus rasgos más característicos era el fuerte temperamento y otro, quizá menos conocido, era la aversión que sentía por el color amarillo, al que consideraba de mala suerte.

Tanta era, que en 2006, cuando llegó con La Roja a Dortmund para el Mundial, rechazó un ramo de flores de ese color que un comité de bienvenida le ofreció. Se sabe también que en alguna ocasión, Raúl traía puesta una camiseta amarilla en un entrenamiento y Aragonés lo obligó a cambiársela. Tras la semifinal de la Euro 2008, cuando España usó su playera amarilla, el técnico declaró: “No es color amarillo, sino mostaza”.

Carlos Bilardo | Las supersticiones del técnico campeón con Argentina en México 86 son también legendarias. Una de ellas es la prohibición del pollo a sus futbolistas. Según explicó en su libro, Doctor y Campeón, la costumbre la heredó de Osvaldo Zubeldía, su técnico en Estudiantes: “Un sábado, antes de un partido, un muchacho de la concentración preparó pollo asado para todos. El domingo, perdimos. Otro sábado volvimos a comer pollo y perdimos de nuevo”. Eso originó que Zubeldía explotara: “Se acabó; desde ahora, comemos asado”. Eso causó al determinación de Bilardo: “Cuando fui entrenador, nunca le di pollo a mis jugadores el día antes de los partidos”.

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En contraste, cree que las novias son de buena suerte. Durante la concentración de Argentina -dirigida por él- en el Mundial del 90, una boda se celebró en el mismo hotel donde su equipo estaba hospedado; por órdenes del Narigón, sus futbolistas irrumpieron en la fiesta para felicitar a la novia. Su convicción debe haberse fortalecido al día siguiente, cuando la Albiceleste se impuso 1-0 a Brasil en Octavos de Final.

Mário Lobo Zagallo | Mientras que para muchos el número 13 representa la mala suerte, para quien dirigió a Brasil en los Mundiales de 1970 y 1998, es lo contrario. Zagallo explicó alguna vez que su relación con el número no tiene que ver con una cábala, sino con la fe: “La historia comenzó a causa de mi esposa. Ella es devota de San Antonio, cuya fiesta se celebra el 13 de junio”. Aquello incidió en su dorsal preferido como futbolista: “Comencé a jugar con el 11 y después, por esa razón, cambié al 13. Muchos piensan que es por superstición, pero no es así: es devoción”.

Sea cuál sea el motivo, la creencia de Mário Zagallo con el 13 se fortaleció por sucesos que él mismo ha explicado: “El primer título mundial de Brasil fue en Suecia 58 y 5 más 8 da 13”. Y cuando era coordinador técnico del Scratch, en la Copa de Estados Unidos, su número estuvo también presente: “Fue en el 94, y 9 más 4 suman 13”.