5 actos de racismo en el futbol mexicano
Darío Verón, inmiscuido por en un nuevo suceso de discriminación
El racismo es un mal que aqueja al futbol mundial. No importan cuantas campañas emprenda la FIFA o algunas otras federaciones para erradicar el problema, siempre existe un incidente que ratifica que el asunto está lejos de ser solucionado.
Lamentablemente, en México estas actitudes se mantienen latentes y explotan en los duelos de más trascendencia, ya sea por la rivalidad notable entre equipos o por la simple calentura del momento. El domingo se suscitó una nueva exhibición a todas luces reprobable de discriminación, en el conato de bronca suscitado entre Darío Verón y Darwin Quintero, que minutos después fue denunciada por Moisés Muñoz. Como éste, varios incidentes han oscurecido la atmósfera festiva en el futbol mexicano.
Ciudad Universitaria, un escenario hostil | Dos años atrás, Pumas y América se enfrentaron en Liguilla. En disputa estaba un boleto a semifinales del Clausura 2013, el afectado, Christian Chucho Benítez, que fue víctima de la hostil afición auriazul . Cada que el ya desaparecido atacante ecuatoriano tocaba la redonda, los fanáticos locales hacían ruidos similares a los que efectúa un mono. En un concierto reprochable que tuvo 90 minutos de duración.
Felipe Baloy, insultado múltiples ocasiones | El panameño ha sido víctima constante de estos bochornosos actos, el primero de todos, en el Apertura 2006. Baloy visitó el antiguo Estadio Corona con Monterrey y la gente de la comarca lagunera le dio la bienvenida con desagradables gritos como el “chango come plátano” y gemidos aludiendo a un mono. Rayados actuó con la intención de calmar la tensión y al mismo tiempo erradicar el mal. El siguiente partido toda la plantilla salió con una manta que expresaba”la únicas diferencia está en el uniforme”.
Años después, ya con Felipe vistiendo la elástica de Santos, Marco Palacios y Darío Verón hicieron sufrir un infierno al defensor. Con gritos e insultos, entre los que destacaron el “negro” y “mono” situación que denunció Baloy. Para solucionar el error, los jugadores de Pumas fueron instados a colaborar en una campaña para prevenir la discriminación.
Ecuatorianos sufrieron en su propio estadio | Atlante visitó a Pachuca en el Clausura 2014. Su porra, siempre fiel, acudió al Estadio Hidalgo y desvió sus conceptos de aliento a su institución, traspasando códigos y ofendiendo a diestra y siniestra a Enner Valencia y Walter Ayovi. No existió castigo por parte de la Federación, pero Grupo Pachuca hizo frente y vetó de la entrada al inmueble a los aficionados involucrados.
Pumas ataca de nuevo, ahora en León | La afición universitaria encontró su nuevo objetivo en el tridente de la Fiera: Loboa, Arizala y Burbano. Al constante grito asemejando los sonidos de un simio y otros insultos más, el partido desarrolló esos lamentables actos. Semanas después, Monterrey visitó y ahora fue la aficón local la que denigró a Dorlan Pabón.
Darío Verón, reincidente | El capitán de Pumas se juntó el viernes junto a Moisés Muñoz para pedir al público no cometer actos violentos. Sin embargo, el mal ejemplo surgió del defensor paraguayo el domingo. Tan pronto como finalizó el partido entre auriazules y azulcremas, Moi denunció actos racistas y el continuo uso del “simio” para sacar de quicio a Darwin Quintero. Ese acto le puede traer un problema severo: perderse la Gran Final del futbol mexicano por una sanción ante su discriminación.