Campestrini y Alustiza disparaban a gente con pistola
Los futbolistas del Puebla usaron sus influencias para no tener consecuencias.
Apenas se dan un tiempo para regresar a su país de origen y algunos futbolistas de la Liga MX se animan a abrir la boca para confesar algunas ‘travesuras’ que jamás dirían en México… como si los medios de comunicación y redes sociales no permitieran el que gente de todas partes del mundo tengan acceso a dicha información.
Tal es el caso del argentino Cristian Campestrini, portero del Puebla, quien durante una entrevista en un programa de televisión de su país no tuvo reparos en confesar la verdadera historia de un hecho por el que pasó al lado de su compatriota, el delantero Matías Alustiza, en octubre de 2015.
En ese entonces, los sudamericanos salieron a pasear al centro de la Angelópolis en una camioneta, portando una pistola de juguete con la que disparaban balines; simplemente por diversión, los futbolistas dispararon a hombres y carteles que se encontraban a su paso.
“A nosotros nos pasó algo con Alustiza con el tema de que salimos con el revólver y fue noticia. Con el Chavo teníamos el arma de juguete, teníamos una pistola que tiraba balines pero pegaba fuerte. Íbamos un día en la camioneta y nos reíamos y nos caían lágrimas de cómo le tirábamos a los hombres a las patas o a los carteles, pero a las mujeres no”, fue la declaración del arquero de La Franja, aunque eso no fue todo.
“Vamos por una avenida y unos patrulleros en un Camaro grande de esos que en cinco cuadras te alcanzan. Viene una camioneta y atrás están todos parados con las ametralladoras y directo a mi camioneta y yo blanco como la pelota, pálido. “Bájense (les pidieron a los jugadores) de la camioneta que tienen armas”, y yo paralizado. Llega un tipo con una cámara y el Chavo (le dijo) “tú sacas una foto y te agarro a trompadas””.
Mirá el programa completo del @tocala de hoy, miércoles 30 de noviembre. https://t.co/2eDJkcKAj9
— TyC Sports Play (@TyCSportsPlay) 30 de noviembre de 2016
El episodio no trajo mayores consecuencias a los jugadores, gracias a que, tal y como Campestrini dijo, Alustiza lleva una gran amistad con el gobernador de la entidad poblana, Rafael Moreno Valle. ” (El Chavo) llamó al gobernador y nos dejaron libres porque es muy querido y respetado”, dijo el portero.
Tras el penoso acontecimiento, los dos futbolistas fueron liberados de inmediato y la directiva tampoco les castigo debido a que los dos implicados pidieron disculpas, aunque este acontecimiento es un ejemplo de episodios de impunidad y el pésimo criterio de algunos deportistas, que sólo por el hecho de ser figuras públicas realizan acciones reprobables sin riesgo de recibir una reprimenda o consecuencia, incluso usando sus influencias con directivos o altas esferas de la política nacional.
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