México busca máximo goleador ante Estados Unidos
Andrés Guardado es el único de los convocados del Tri que le ha marcado dos goles a Estados Unidos
Final Copa Oro 2011. Estadio Rose Bowl. Clint Dempsey recibe el balón en tres cuartos de campo, detecta el desmarque de Landon Donovan y filtra un pase magistral al área que termina por sacar del fondo de la red el portero Alfredo Talavera. La definición del Capitán América confirmó quién era: el rey del gol en los partidos entre México y Estados Unidos.
Por extraño que parezca, cuando se habla de goleadores de este Clásico de la Concacaf, el primer nombre que aparece en la lista inmediata es el de Landon Donovan, emblema del gol retirado en 2014 y cuyo último gol le recuerda a México el 0-2 tan sonado. Y resulta así, en gran medida, no solo por las seis anotaciones que hizo en esta clase de partidos, sino porque el Tri adolece de un verdugo de la misma estirpe cuando se mide al vecino del norte.
A partir del nuevo milenio, cuando Estados Unidos comenzó a respingar con plena autoridad -lo avalan desde entonces 18 de 23 partidos sin perder- ningún jugador de México logra olfatear los registros del Capitán América.
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De los cuatro delanteros con los que contará el Tricolor para el partido del próximo sábado, el único que ha marcado gol es Carlos Vela, quien anotó en la final de la Copa Oro 2009 en la goleada 5-0. En la tripleta restante en la que figuran Oribe Peralta, Raúl Jiménez y Chicharito Hernández, segundo máximo anotador en la historia del Tricolor, solo el primero hizo gol en un amistoso (10 de agosto de 2011).
Los registros constatan que no hay algún mexicano de la generación actual que haya endosado más de dos tantos a Estados Unidos. Las excepciones son Giovani dos Santos, baja de la convocatoria por lesión y el único en conseguirlo en dos finales consecutivas de Copa Oro (2009-11), y Andrés Guardado.
Aunque su hábitat no es el área, la calidad y valía del mediocampista lo han guiado para hacerle segunda a Gio. Su primer tanto fue en 2007, cuando aun no le pasaba por la mente portar el brazalete. Hizo el gol de la honra en el Soldier Field en la Final de aquella Copa Oro perdida. Y cuatro años más tarde, consiguió su segundo tanto, con el cual sofocó la ira de Landon Donovan en la misma instancia, donde México remontó 2-4 en el Rose Bowl, un coloso al que retorna el próximo sábado como parte del 11 inicial del Tricolor para disputar el pasaporte a Copa Confederaciones.
El próximo sábado, México demanda a un goleador, o al menos de un soldado en cada hijo dispuesto a mimetizarse como definidor. Puede ser que aparezca otra vez Vela, Chicharito, Oribe o Jiménez, delanteros por excelencia. O quizá que irrumpan Tecatito Corona o Héctor Herrera si tienen una noche inspirada. Pero de no ser así hay una oportunidad para Guardado, el mejor jugador de México de la Copa Oro 2015, donde tuvo la estafeta del mejor goleador del Tri en el certamen al marcar seis goles, uno menos que el delantero estadounidense Clint Dempsey.
El Principito es un entusiasta que ha demostrado que el traje de artillero le queda a la medida y el sábado puede citarse de nueva cuenta con la historia.