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Jesús Corona, el sueño Mundial

Por: Staff FT 26 Ene 2016

Jesús Corona, el sueño Mundial

Pese a su calidad, el portero de Cruz Azul no ha jugado un Mundial

José de Jesús Corona es uno de los mejores porteros mexicanos de, al menos, la última década. A lo largo de casi 13 años de trayectoria en primera división, ha dejado muestras de su calidad a nivel local con Atlas, Tecos y Cruz Azul, e internacional, como cuando reforzó a Chivas en la Libertadores de 2005. Aunque a nivel de clubes aún le falta coronarse en liga (tiene en su haber finales con el cuadro de la UAG y con la Máquina), su calidad está fuera de discusión.

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Ese mismo nivel le ayudó a lograr su primera convocatoria a la Selección Mexicana en marzo de 2003 -apenas un mes después de haber hecho su aparición en el máximo circuito-. En aquella ocasión se quedó en la banca y tuvo que esperar un par de años para debutar, en un amistoso contra Polonia, el 27 de abril de 2005; a partir de ahí, Chuy ha acumulado 39 partidos con la mayor.

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Ha formado parte de los tres procesos mundialistas que han tenido lugar desde su primera convocatoria al Tri. Sin embargo, por distintos motivos, ese es otro de los pendientes en la trayectoria de Corona Rodríguez: extrañamente para un arquero con sus condiciones, aún no ha podido jugar un Mundial.

A unos cuantos días de que arrancara el Mundial de 2014, una incógnita se convertía en la polémica principal en torno a la Selección Mexicana que participaría en el torneo: la portería. Tres opciones tenía el técnico Miguel Herrera: Alfredo Talavera, Guillermo Ochoa y Corona. Entre sus adeptos, el meta Cementero contaba con figuras reconocidas y con la autoridad necesaria para emitir un juicio, como la Tota Carbajal, cinco veces mundialista: “Tiene las aptitudes, la humildad, el carácter y la voz de mando que son elementales para jugar un Mundial”.

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Otra de las figuras que lo respaldaban era alguien a quien el propio Chuy reconoce como un ídolo, Oswaldo Sánchez, quien en aquellos días declaró: “Por méritos, Corona debe ser el portero titular. Ha vivido un proceso importante desde hace tiempo y le ha tocado estar en Mundiales sin ser titular. Me parece que él tiene mano.”

Sin embargo, el encargado de tomar la decisión, Miguel Herrera, se inclinó por darle esa responsabilidad a Guillermo Ochoa (quien tras la buena actuación que brindó en Brasil difícilmente hubiera sospechado que un año y medio después agotaría los días en la banca del Málaga). De vuelta en México, pasada la Copa, Corona reconoció su decepción: “Me quedé con la espinita de no poder jugar una Copa del Mundo, pero no se acaba el mundo. Tuve para jugar, pero la decisión no era mía. Me quedo tranquilo”.

Aquella no fue la única vez en que tuvo que vivir un Mundial desde fuera del campo. La primera fue en 2006, aunque en circunstancias distintas. Entonces, había un dueño del arco verde, como Chuy ha dicho: “En ese tiempo, el titular indiscutible era Oswaldo”.

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Cuatro años después del torneo en Alemania, Corona vivió su segunda decepción, aunque por motivos mucho más polémicos. En febrero de 2010, en la recta final del proceso rumbo al Mundial de Sudáfrica, el portero de Cruz Azul fue acusado de golpear a un hombre afuera de un bar en Guadalajara. Aunque al principio lo negó, terminó admitiendo su culpa y fue excluido de la convocatoria para el Mundial. El seleccionador de entonces, Javier Aguirre, no confirmó que la razón fuera la indisciplina de José de Jesús, pero el incidente manchó su historial.

Paradójicamente, su ausencia en el máximo escenario no impidió que Corona tuviera una revancha como Tricolor y que jugara un rol principal en la conquista más importante de México a nivel selecciones. En 2012, fue uno de los tres refuerzos mayores y el capitán del equipo que ganó la medalla de Oro en los Olímpicos de Londres.

Con esa revancha como antecedente, Chuy puede aspirar aún a cumplir el sueño mundialista; la edad no parece un impedimento, sobre todo considerando que aunque para Rusia 2018 tendrá 37 años, esa es precisamente la edad que tenía Oscar Pérez cuando fue el meta titular mexicano en Sudáfrica 2010. Con el Conejo como referencia, Jesús Corona puede aún mantener la esperanza de jugar una Copa, ese pendiente que, él mismo reconoce, “es un sueño no cumplido”.

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