Causa y efecto de… Marcelo Barovero
Sin la ayuda del exarquero Comizzo y el DT Matías Almeyda, Trapito no sería un imponente arquero.
¿Quién fue la gran figura de los Cuartos de Final del Apertura 2016? Habría sido muy fácil elegir al delantero André Pierre Gignac, quien se reencontró con el gol marcando su segundo Hat-Trick en la Liga MX. Pero había que encontrar otro gran protagonista, un personaje alterno que también hubiese tenido una actuación titánica y capaz de ganarse una ovación sin necesidad de moverlas redes. Y ese fue el arquero argentino Marcelo Barovero.
El Trapito, como le apodan por su parecido con un espantapájaros de un cómic argentino, pasó media vida jugando en su natal Argentina. Allí se hizo de un nombre y forjó una reputación con la ayuda de Ángel Comizzo, exportero del León y Morelia, y del DT Matías Almeyda. Uno pulió su talento, el otro le diola oportunidad de confirmar que podía ser una leyenda.
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En el verano pasado, Barovero decidió venir a México para jugar con el Necaxa. Sabía perfectamente que llegaría a un equipo recién ascendido y que cada fin de semana jugaría una final para salvar la categoría. No le importó y asumió el riesgo. “A mis 32 años no tenía nada que perder y sí mucho que ganar”, admitió antes de ser presentado como refuerzo estelar de los Rayos.
Y después de cinco meses en la Liga MX, Marcelo está en fuego y mantiene su calibre de auténtico guardián. No solo fue el portero que más atajadas hizo (77) en la Fase Regular del Apertura 2016, sino fue el único que contuvo cualquier cantidad de embates en los Cuartos de Final para sostener a su equipo y catapultarlo a las Semifinales. “El objetivo era salvarnos y hoy lo estamos y seguimos adelante”, dijo Barovero. El sueño de jugar su primera Final está en marcha.