Emotiva despedida de Iker Casillas

A Iker Casillas no le gustan las despedidas. Eso significa poner un punto final que su corazón aun se resiste a escribir. Se le notaba mientras caminaba por el verde del Santiago Bernabéu, con mirada cristalina y el gesto retorcido en los labios. Apareció en el recinto que lo vio dejar toda una vida con la camiseta del Real Madrid para decir hasta pronto a esos aficionados de alma blanca. Quería una adiós sencillo, austero, en el que no estuviera ninguno de sus compañeros. Así lo pidió y el club le cumplió.

Iker Casillas apareció enfundado en una camisa blanca y un traje azul (su combinación favorita) para vivir su penúltimo episodio con el Real Madrid: un acto que no era simple protocolo, sino el instante sublime para dar un último mensaje a la afición: “Doy las gracias a los que me han apoyado. Si ha habido una discrepancia, lo siento de verdad. Me quedo con lo bueno y con los mejores momentos y con los títulos ganados”. Quería irse de la mejor manera posible…

Mientras el Madrid viajaba a Melbourne para disputar la pretemporada, Iker recorrió en solitario el césped donde se hizo un mito del futbol y héroe de grandes batallas. Centenares de aficionados se dieron cita para despedirlo y lo hicieron con cánticos mientras él caminaba rumbo a la mesa dónde se encontraban los 19 trofeos que ganó en 16 años de leyenda con el primer equipo. La ovación fue total.

El último capítulo que vivirá como merengue lo hará en el Trofeo Santiago Bernabéu, que disputarán Real Madrid y Porto el 12 de agosti. Allí recibirá un homenaje, se reencontrará con sus compañeros y será entonces cuando no podrá evitar decir adiós. Se irá como un grande. Y a esta faceta que le ha brindado la vida podrá colocarle tres puntos suspensivos. Un día, quizá, regresará para colgar la camiseta blanca e irremediablemente los guantes. Solo así colocará el punto que hoy se resiste a entintar.

Las últimas postales de Iker en el Bernabéu.