Juan Carlos Osorio, metodológico hasta los huesos
El colombiano vivió su primer partido como DT del Tri, fiel a su estilo
Juan Carlos Osorio vivió su primer partido como director técnico de la Selección Mexicana fiel a su estilo. Muy a su manera. En todo momento analítico y meticuloso. Y sí, harto metodológico.
El entrenador colombiano no se sentó en ningún momento en la banca. Observó el partido con las manos dentro de los bolsillos de su pantalón, aunque en otras tantas ocasiones las colocaba en el mentón o en la cintura. Y muchas, muchas veces, se le vio en su posición preferida: en cuclillas, justo en la en esquina izquierda de su área técnica.
Tras el primer gol de México, Juan Carlos Osorio se persignó, luego llamó a Hugo Ayala para darle indicaciones. Segundos después, llegó la primera anotación en la famosísima libreta. Sacó sus lentes del elegante sacó gris, se puso en cuclillas y apuntó… ¿Con tinta roja o negra? A saber. Lo cierto es que fue el primer escrito sobre su inseparable compañera.
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Y el estratega cafetero volvió a la andadas. De nuevo observar con singular atención el desempeño de su equipo. Siempre analítico. De pié o en cuclillas, justo ahí, en su lugar preferido, en una de las esquinas del área técnica. Repitiendo los mismos movimientos: sacando sus lentes para luego escribir sobre la libreta.
En el segundo tiempo, Juan Carlos Osorio se acercó un mucho más con su cuerpo técnico, intercambiaba puntos de vista con sus auxiliares y de vuelta a ver el partido de manera solitaria. De pié, con las manos en los bolsillos, en el mentón o en la cintura. O bien, en cuclillas, con la mirada fija sobre el rectángulo verde o haciendo una nuevo apunte.
Cuando estaban por cumplirse el minuto 60, Juan Carlos Osorio fue de vuelta con sus auxiliares, aunque justo en ese momento dio puntuales indicaciones al preparador físico, a quien le solicitó que le indicará al Gallito Vázquez que había llegado el momento de entrar al campo. La misma técnica aplicó previo a los ingresos de Raúl Jiménez y del Dedos López.
Lo tenía todo preparado: cambios a los minutos 60, 65 y 70. Justo en el momento que habitualmente hace los ajustes.
En este punto, destacó que el preparador físico siempre estuvo atento del reloj. Cuando Juan Carlos Osorio solicitó el llamado de los jugadores que entrarían de cambio, su asistente nunca falló en mirar el cronómetro que llevaba en su muñeca derecha para luego echar carrera por el Gallito y los dos Raules.
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Tras el silbatazo final, Juan Carlos Osorio se persignó y se agachó por enésima vez para tomar su libreta del césped. Luego se despidió de Ramón Maradiaga, técnico de El Salvador. Fue felicitado por sus asistentes y luego se fue en solitario al túnel que lleva a los vestidores.
“Fuimos muy eficientes en las formas de entrar al último tercio, con cambios de orientación, con los duelos de los extremos. Yo asumo la responsabilidad, seguro que con mas entrenamiento lo vamos a mejorar. Lo que se planificó lo ejecutaron muy bien los muchachos. Fuimos muy eficientes, pero no fuimos eficaces, vamos a seguir trabajando, para que se reduzca. Seguro va a haber partidos mucho más difíciles en donde no vamos a tener muchas opciones”, dijo el entrenador colombiano al final de su primer partido como DT de la Selección Mexicana.
Juan Carlos Osorio es un hombre encantador y convincente de palabra. Un técnico bien singular. ¿Loco? Algo hay de eso. ¿Metodológico hasta los huesos? Sin duda.