Los juegos que gestaron el Clásico Joven

Para el torneo 1971-72, Cruz Azul había ganado dos títulos de liga, con el estadio 10 de Diciembre de Ciudad Jasso, Hidalgo, como su casa. Ante el crecimiento del club, Guillermo Álvarez Macías, presidente cementero, decidió trasladar al equipo al estadio Azteca de la Ciudad de México.

Y así, los celestes se convirtieron en los inquilinos del América. Aquel cuadro, dirigido por José Antonio Roca, había conquistado el campeonato de la temporada 1970-71 mediante una racha de 15 partidos sin perder, incluidos los dos juegos de la final contra Toluca, con un registro de 10 triunfos y cinco empates.

“Estoy contento por el equipo”, declaró Horacio López Salgado, el anotador del 2-0 definitivo en el triunfo de los Canarios sobre el Toluca, en la Final de vuelta. Pero el delantero aclaró con inconformidad: “No puedo gozar igual que mis compañeros el éxito en la campaña porque yo pasé mucho tiempo en la banca”. Y concluyó: “No sé quién tendrá que solucionarlo, pero no estoy dispuesto a continuar de suplente”. Al final, Horacio no jugó más para América y, para la siguiente temporada, se convirtió en jugador de Cruz Azul.

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Arrancó la campaña 1971-72. Y en las primeras nueve jornadas, América se presentó como como defensor del título, y consiguió varias goleadas (6-1 al San Luis, 5-1 al Toluca y un par de 3-0 sobre Pachuca y Jalisco). Los dirigidos por Roca llegaron al encuentro de la jornada 10 confiados en que extenderían su buena racha. Su rival sería Cruz Azul que, además del cambio de sede, contaba con tres refuerzos extranjeros de recién llegada: el extremo izquierdo paraguayo Eladio Vera, el central chileno Alberto Quintano y el portero argentino Miguel Marín.

Pese a las novedades, el cuadro cementero arrancó con dos derrotas; la segunda, en su nueva casa: un 3-1 ante Monterrey. Luego hilvanó dos empates y cinco triunfos; de estos, el último fue un 2-0 a domicilio sobre las Chivas en la fecha 9. Una semana después, el 1 de enero de 1972, Cruz Azul, como local admistrativo, recibiría al América y sus 24 encuentros sin perder.

La gestación del Clásico Joven

Los diarios de la época marcaban a los Canarios como favoritos, pues tenían en sus filas a Toninho, Roberto Hodge y Carlos Reinoso, pilares en el título anterior. Pero Cruz Azul ya era entonces un rival de respeto. Ante 100 mil asistentes, los Celestes saltaron al campo del Azteca con un cuadro sólido. En el arco, hizo su presentación el flamante Miguel Marín; en la media, Jesús Prado y Héctor Pulido se coordinaron para borrar a Reinoso, el cerebro de la ofensiva rival.

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También los costados fueron bien cubiertos:  Juan Manuel Alejándrez anuló a Osvaldo Castro, y por la izquierda, Javier Sánchez Galindo hizo lo propio; primero con Macedo, y luego con Ceballos. En la central, Alberto Quintano y Javier Guzmán estuvieron insuperables.

En el ataque, las gambetas de Fernando Bustos descontrolaron a la defensa rival; mientras que el examericanista López Salgado y Bustos hicieron mancuerna en una estupenda pared que terminó en el 1-0 de Pulido. América empató el juego por medio de un penal convertido por Reinoso, pero al minuto 75, Eladio Vera marcó para los nuestros el gol del triunfo.

Tras el silbatazo final, la locura estalló en las gradas: la afición se entregó a Cruz Azul, que con esa victoria acabó con la racha invicta de los Canarios. “Nos ganamos a la afición”, recuerda López Salgado.

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La derrota dejó dolidos a los americanistas, que intentaron cobrar revancha en el partido de la segunda vuelta, en la Jornada 27, pero no lo lograron. Cruz Azul controló las acciones y se puso en ventaja en dos ocasiones, aunque el resultado final fue 2-2. Casi al finalizar el choque, hubo una bronca que terminó con las expulsiones de Cesáreo Victorino, por Cruz Azul, y Ceballos, por América.

La Máquina siguió su camino y, al final de la temporada regular ganó 22 partidos, empató siete y perdió cinco: acumuló 51 puntos, tres más que el América. Así entró a la liguilla. En la Final, volvería a enfrentar a los Cremas y les dio una lección de contundencia: Cruz Azul los goleó 4-1 y se llevó su tercera liga. “Fue entonces que había nacido el Clásico Joven” recuerda Héctor Pulido.

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