El reto del millón
Raúl Cárdenas llegó con solo una misión: Ser Campeón… Y lo consiguió.
Antes de firmar como técnico del América, Raúl Cárdenas fue advertido por Emilio Azcárraga: si no quería ser cesado, debía hacer campeón al club. El profe aceptó, pero puso una condición sabedor de que podía conquistar el título de liga para el equipo crema.
José Antonio Roca guió al América a la conquista de su segundo título de liga en 1971, pero luego de tres años sin levantar uno más, dejó al equipo al final de la campaña 1974-75, tras quedar fuera de la liguilla.
Como una agradable coincidencia, el club crema podía disponer para el ciclo 1975-76 del mejor entrenador del momento: Raúl Cárdenas. El Güero le había dado al Cruz Azul cinco títulos de liga, y estaba disponible al haber sido cesado por los cementeros.
A pesar de su gran palmarés, Cárdenas recibió una advertencia antes de ser fichado: “Si en América no eres campeón, te corro”, le dijo Emilio Azcárraga, dueño del equipo.
Raúl, consciente de su capacidad, le respondió al Tigre con un reto:
“Señor, si soy campeón con el América, ¿me da un millón de pesos?”.
Y Cárdenas firmó con América, pese a que Guillermo Álvarez Macías, presidente del Cruz Azul le rogó que fichara por cualquier otro club.
En el América, el profe Raúl se encontró un plantel equilibrado. Contaba con los experimentados Mario Pichojos Pérez (defensa) y los astros Carlos Reinoso (volante) y Enrique Borja (delantero). También había unos jovencitos que empezaban a dar muestras de su calidad para ser parte del América: Alfredo Tena y Cristóbal Ortega eran dos de ellos.
Para ese torneo 1975-76 se sumó el talentoso volante paraguayo Hugo Enrique Kiese, quien describe la cercanía de Raúl Cárdenas con la plantilla: “El profe era un personajazo que gozaba de mucho respeto. Platicaba constantemente con los jugadores de forma individual y colectiva para explicarnos lo que pretendía”.
Kiese también rememora las intensas jornadas que realizaban bajo las órdenes del preparador físico Pedro Nájera: “El primer día de trabajo de cada semana nos hacía trabajar muy duro en lo físico. No había futbol ni cuestiones tácticas. Nos llevábamos unas palizas, por eso los jugadores odiábamos esa día”. No obstante, con el paso del tiempo, el esfuerzo fue recompensado: “Todo sirvió para que hiciéramos un excelente torneo”.
Pinceladas para el título
El equipo crema terminó la fase regular como líder general con 53 puntos. El América de Cárdenas fue el segundo equipo más contundente de la fase regular con 62 goles. Destacan el 4-0 que le hizo al Zacatepec en la jornada 38 y los cuatro partidos con victorias de 3-0 sobre Tecos (J4), Guadalajara (J6), Curtidores (J9) y Veracruz (J10).
América hubiera sido el equipo menos goleado de la fase regular, de no ser por el 6-0 que recibió en su visita al Toluca en la jornada 34: con ese marcador, los Cremas terminaron con 40 goles en contra, cuatro más que la Universidad de Guadalajara, equipo que causó sensación en esa campaña.
Pero al margen de ese marcador, la solidez de la zaga americanista se manifestó en la liguilla al no recibir ni un solo tanto en seis partidos, incluidos los dos juegos de la final ante los Leones Negros al que vencieron con claridad.
En ese par de partidos, dos jugadores brillaron para darle al América su tercer título en la era profesional: Carlos Reinoso y Hugo Enrique Kiese, uno en cada juego.
En el caso de Reinoso, corría el minuto 90 del juego de ida, cuando el crack chileno entró al área de los Leones, superó a tres rivales y se enfiló a la portería para rematar de rabona y hacer el 3-0.
En la vuelta, el turno de brillar fue para Kiese, quien recuerda:
“Reinoso y yo nos alternábamos para cobrar los tiros libres.El técnico decidía al tirador de acuerdo al lugar donde se encontrara el balón. Yo pedí cobrar un tiro de castigo porque sentí que podía anotar. Le di con chanfle por encima de la barrera. ¡Fue impresionante!”. La pelota terminó en las redes del portero Ignacio Calderón para el triunfo por 4-0 global”.
Terminado el juego, Raúl Cárdenas destacó que ese título se había conseguido gracias a la buena química en los sectores administrativo, técnico y de jugadores desde el inicio de la campaña: “Esa armonía fue la que amalgamó las virtudes que hicieron que el equipo estuviera siempre a la cabeza. Nunca perdimos el equilibrio mental que exige el América”.
El Güero –en su primera temporada en el América– ganó el reto que le había lanzado al Tigre Azcárraga antes de empezar la temporada. “Ahí fue cuando me hice millonario”, presumió el técnico, en algún momento.
Además de ese título de liga hubo una consecuencia de la cual el club azulcrema gozaría en un futuro cercano. Ese América campeón de la temporada 1975-76 fue el semillero del gran equipo que se conformó en los años 80, porque en él empezaron a destacar muchachos como Alfredo Tena, Cristóbal Ortega, Mario Trejo y Juan Antonio Luna.
“Un factor en favor nuestro fue la experiencia del equipo; por eso a los jugadores no se les vio hacer alardes por la corona conseguida”
Raúl Cárdenas
La oncena del juego decisivo
Francisco Castrejón, René Trujillo, Javier S. Galindo, Miguel Ángel Cornero, Mario Pérez, Javier García, Antonio de la Torre, Cesáreo Victorino, Carlos Reinoso, Alcindo Martha, Hugo Enrique Kiese. DT. Raúl Cárdenas
Sus goleadores
JUGADOR JJ JC G
Alcindo 37 28 23
Antonio de la Torre 44 42 8
Carlos Reinoso 29 23 11