La Final de tres juegos

La campaña 1984-85 vio nacer una nueva rivalidad para América, contra Pumas, su rival en una final que fue especial por varios factores, como que ambos clubes tenían varios seleccionados mexicanos (como Tena, Cristóbal y Farfán por las Águilas; Servín, España y Luis Flores por los de la UNAM).

En la serie, América solo permitió dos goles del ataque auriazul (mejor de la fase regular, con 81) en los tres duelos de la final; el tercero se jugó -en Querétaro– por el 1-1 global en los dos primeros (1-1 en el Azteca, 0-0 en CU).

Otro hecho que marcó la final fue la tragedia sucedida en la vuelta, cuando en un tumulto ocasionado por el sobrecupo, 10 personas murieron en el túnel 29 del Olímpico.

El partido decisivo se jugó el martes 28 de mayo de 1985, en una noche marcada por arbitraje polémico de Joaquín Urrea, quien marcó un penal a favor del América por una mano de Félix Cruz, pero no sancionó igual una de Tena.

Al final, las Águilas del Zurdo López (quien sustituyó a Reinoso ese año) vencieron 3-1 con dos goles del Ruso Brailowsky y uno de Hermosillo.