Pep Guardiola: cinco pecados en Bayern Múnich

La eliminación del Bayern Múnich ante el Atlético de Madrid en las semifinales de la Champions, fue la tercera ocasión consecutiva en que los bávaros caen en esta etapa del torneo, las tres a las órdenes de Josep Guardiola.

Este punto constituye una de las críticas más duras que se han hecho al catalán, cuyo antecesor, Jupp Heynckes, ganó la Orejona en su última campaña con el Bayern, justo antes de que Pep tomara al equipo.

A propósito de ello, recordamos cinco puntos obscuros en su paso por el cuadro de Múnich.

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El bajón de Mario Götze | Muchos defienden la estancia de Pep Guardiola en Bavaria a partir de los progresos que varios futbolistas hicieron a sus órdenes. Tipos como Philipp Lahm, Toni Kroos y hasta Franck Ribéry alcanzaron una nueva dimensión como jugadores, al desempeñarse en nuevos roles.

Pero no todo fue luz en ese rubro. Mario Götze es una prueba de ello. Bajo la tutela del de Santpedor, Götze perdió protagonismo, al grado de que en la campaña actual ha jugado solo 867 minutos en la Bundesliga.

En 2014, Mario dio muestras de su inconformidad con su falta de juego: “Claro que no estoy contento, pero espero ganarme la confianza del técnico”. Y el año pasado, su agente, Volker Struth, fue más agresivo: “Guardiola ha destruido a Götze. Nunca lo utiliza en los partidos importantes”.

Una prueba de ello es que Mario no jugó un solo minuto en la semi ante el Atleti. Con Pep, Götze pasó de nueva joya alemana a suplente en los juegos clave.

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La barrera de las semis | Cuando se anunció la contratación de Guardiola con el Bayern, durante la campaña 2012-13, el equipo competía por un triplete que finalmente consiguió bajo las órdenes de Jupp Heynckes. Eso dejó la vara alta para Pep, de quien -vistos sus antecedentes y los del club- se esperaba al menos un título continental.

Sin embargo, el catalán falló en las tres oportunidades que tuvo y no pudo jugar ni una Final; en sus tres Champions con los de Múnich se quedó en semifinales, siempre eliminado por un cuadro español (Real Madrid, Barcelona y ahora el Atleti), siempre sin marcar ni un gol como visitante y siempre cerrando en casa.

El mismo Pep Guardiola reconoció la semana pasada: “Si no ganamos la Champions, mi estancia aquí no será perfecta”. Eso precisamente ocurrió. Para otros clubes tres semis en fila podrá lucir bien, pero en un equipo con los recursos del Bayern, es insuficiente.

Se despide antes de tiempo | Desde hace varios meses sonaban los rumores de que el entrenador no renovaría su vínculo con el Bayern y no seguiría después de la campaña 2015-16. El club lo confirmó en diciembre de 2015: “Guardiola se marchará al término de la temporada y será reemplazado por Carlo Ancelotti”.

Enseguida comenzó la especulación sobre el siguiente destino de Pep; las versiones que tomaron más fuerza apuntaban a Manchester, fuera con el United o el City. Al final, los Citizens anunciaron en febrero la contratación del DT.

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A muchos les pareció inadecuado que el anuncio se hiciera cuando Pep Guardiola aún no cumplía su compromiso con los de Múnich, pues podría distraerlo, pero él lo negó: “Soy como una mujer, puedo hacer más de una cosa a la vez”.

Sin embargo, no haber logrado el objetivo principal del Bayern (Champions) mancha la decisión. Para colmo, con el City aún vivo en la Champions, Pep podría repetir aquello de llegar a un club que acaba de ganar la Orejona.

Desencuentro con el Kaiser | Una de las voces más respetadas en el futbol alemán, y particularmente en el cuadro bávaro, es Franz Beckenbauer, a quien la llegada de Guardiola nunca terminó de convencer.

Una muestra clara ocurrió tras el pase del Bayern a Cuartos de Final en la Champions de 2013-14. El equipo empató en casa 1-1 con Arsenal y avanzó; durante el juego, el técnico regañó a Bastian Schweinsteiger por disparar a puerta en vez de pasar, lo que provocó la molestia del Kaiser: “A este paso, acabaremos por aburrir a todo mundo y nadie querrá vernos, como al Barcelona. Los jugadores van a tocar el balón hacia atrás incluso cuando estén sobre la línea de gol”. Una muestra de que el estilo Guardiola no fue del todo abrazado en Múnich.

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Ni una Supercopa | Aunque la mayoría de las críticas que el catalán ha recibido en cuanto a títulos se centran en no haber repetido el éxito continental de Heynckes, lo cierto es que en el ámbito local también dejará una deuda en Múnich.

Cierto que en la Bundesliga prácticamente arrasó en sus tres campañas, pero en ninguna de ellas fue capaz de conseguir la Super Copa, que enfrenta al campeón de liga con el de la copa. Borussia Dortmund (dos veces) y Wolfsburg se encargaron dejar a Pep Guardiola con las ganas de ese título (que Heynckes también obtuvo).