Barcelona: más que un club

Durante la noche europea del martes, el estadio Camp Nou se cimbró hasta los cimientos, y no solo por cada uno de los siete goles que el Barcelona le hizo al Celtic en la jornada inaugural de la UEFA Champions League.

Esta noche la monumental residencia blaugrana vibró por los miles de catalanes que en las tribunas alzaron la voz para subrayar y resaltar que Barcelona y Cataluña entera mantienen firme su convicción de separarse de España.

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Cientos de banderas esteladas (a franjas rojas y amarillas con una estrella) que simbolizan la lucha separatista de los catalanes brotaron en el Camp Nou y con ellas el grito –conmovedor– de “Independencia… Independencia”.

Fue un grito plural de jóvenes y viejos, de hombres y mujeres. Y lo gritaron con el mismo sentimiento con el que entonan su himno antes y después de los partidos.

Impresionante y aleccionador es ver cómo un equipo de futbol que además de cumplir deportivamente en sus competencias, concentra el orgullo por una región que sabe que puede ser autosuficiente.

En este caso, un equipo de futbol es una punta de lanza de una lucha social y no un distractor o aletargador del pensamiento colectivo. Esa es una de las cosas que hacen del Barcelona algo “más que un club”.

Es verdad que esta noche ante el Celtic, el Barcelona fue, como en muchas otras ocasiones lo ha sido, una aplanadora en la cancha, pero en las tribunas de su estadio también suceden cosas de gran magnitud.