Guardiola y tres culés vuelven a casa

“Pep nos enseñó a ver el futbol de una manera distinta y a mi me dio la confianza que no tuve en Manchester”. Las palabras de Gerard Piqué son elogio de alguien que encontró en Guardiola más que un entrenador, un padre. Esta noche el Santpedor, el DT más ganador en la historia del Barcelona, regresa al Camp Nou para disputar un partido que despide nostalgia y al mismo tiempo máxima tensión.

Guardiola vuelve por segunda ocasión al estadio en el que comenzó como recoge pelotas y del que acabó marchándose como el técnico más ganador en la historia del club. Y no lo hace solo. Llega de la mano escoltado por Txiki Begiristain, Mikel Arteta, Nolito y Claudio Bravo, todos marcados de alguna forma por los colores azulgrana.

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Esta vez, Guardiola espera correr con mejor suerte que en su primer regreso y poder conseguir con el Manchester City, su nuevo club, una victoria que ni siquiera olfateó en las Semifinales de la Champions League 2014-15, cuando acabó goleado 3-0 -con un doblete de Lio incluido- y comprobando lo que dijo en la víspera del partido: “No hay defensa que pueda parar a Messi”.

Aunque Pep dejó claro que no retorna “para recibir un homenaje”, antes de que ruede el balón habrá de estrechar la mano de Luis Enrique y jugadores como Iniesta, Bsuquets, Mascherano o Messi, quienes al igual que Piqué, lo consideran alguien más que especial.

También habrá reflectores para Txiki Begiristain, la mente maestra de la gestión deportiva en el Manchester City. Fue precisamente en el Barcelona, donde aprendió el oficio de 2003 a 2010, después de vestir de corto y ganar la Copa de Europa de 1992, cuatro títulos de Liga, además de una Recopa y Supercopa UEFA.

A la cita también acude Nolito, a quien el director técnico de los Culés, Luis Enrique, dirigió durante tres años en el Barcelona B. El gaditano se marchó en 2011 después de no encontrar un sitio en el Pep Team y ahora regresa, con 30 años, convertido en uno de los fichajes estelares, curiosamente, de Guardiola.

No se puede dejar de hablar de Mikel Arteta, que vivirá un choque inédito en su primera incursión como auxiliar de Guardiola. El centrocampista tenía 18 años cuando jugó por primera vez en el Barça y hoy pisa de nuevo aquel campo en el que un día soñó. “Cruzarme con el Barça me pone los pelos de punta”, admitió al diario El País.

Y cuando ruede el balón habrá total expectación para el portero Claudio Bravo. “Será una noche difícil”, dijo en la víspera. El chileno dejó el Barcelona, donde disputó 75 partidos entre 2014 y 2016, seducido por Josep Guardiola para ser el nuevo guardián del City. El andino nunca jugó la Champions con el Barcelona, pero fue parte vital en Liga y Copa para que los Culés consiguieran el Triplete en el curso 2015.