Causa y efecto de… Moisés Muñoz
Moi es un ganador y nunca baja los brazos por más complicado que sea el reto a encarar.
El arquero finalista de Liga MX, Moisés Muñoz, dio un recital bajo los tres palos del América durante la semifinal ante Necaxa en el Apertura 2016, en medio de un vendaval de señalamientos por el anuncio del guardameta argentino Agustín Marchesín para el próximo torneo.
El manejo de críticas, presión y momentos complicados no son algo nuevo en la vida de Muñoz, quien a lo largo de su trayectoria ha tenido que afrontar distintas realidades tanto a en los clubes que ha defendido (Morelia, Atlante y las Águilas) como en su irregular paso por la Selección Mexicana.
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Incluso en el ámbito personal ha disputado partidos épicos, donde su propia vida y la de su familia estuvieron en riesgo en el 2012 durante un trágico accidente automovilístico. Luego de ese difícil momento, el michoacano mostró de qué está hecho y resultó un punto de inflexión en su carrera, a la que finalmente llegarían los trofeos con América.
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Sin duda, Moi es un ganador y nunca baja los brazos por más complicado que sea el reto a encarar. Los títulos obtenidos en su trayectoria lo avalan como un portero de garantías, pero su lado más demuestra la calidad humana de este crack azulcrema, al menos hasta que acabe la participación del equipo en el Mundial de Clubes y tras que disputen la gran Final de la Liga MX el próximo 25 de diciembre.
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