El discurso de Simeone que alentó al Atlético
El Cholo lanzó un breve pero emotivo discurso al descanso para alentar a sus pupilos ante el Barça.
El Atlético de Madrid volvió al túnel de vestuarios con un semblante desencajado, fundido hasta el tuétano. Luis Suárez y Lionel Messi habían sido hirientes. Con dos golazos en el primer tiempo marcaron un silencio casi sepulcral en el Vicente Calderón. Parecía que el Barcelona había definido, prácticamente, una victoria en la Ida que encarrilaría el pase a la final de la Copa del Rey.
Cuando los jugadores llegaron abatidos al vestidor de los rojiblancos lo primero que vieron fue al entrenador Diego Simeone, que estaba parado justo al centro del vestuario caminando de un lado a otro. Diego Godín, uno de los líderes del equipo, se sentó mientras veía detenidamente al Cholo. El gesto lo emularon algunos de sus compañeros y otros más se quedaron de pie. Fue entonces cuando el timonel irrumpió con un discurso enérgico, que retrató el lema del club: “Nunca dejes de creer”.
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“Ustedes pueden jugar bien o mal, pero aquí hay más de 55.000 personas que han venido a verles cómo se dejan la piel, cómo mueren por la camiseta del Atlético de Madrid. No se preocupen por el resultado, salgan y defiendan esa camiseta, porque representa a esos 50.000 que están aquí”, lanzó el entrenador, según reveló ‘El Partidazo‘ de la Cadena COPE.
Las palabras del Simeone, llenas de convicción y fervor, catalizaron a sus jugadores y salieron a buscar una remontada. Le vendieron muycara la derrota al Barcelona y se quedaron a la orilla de conseguir la remontada. Un gol de Antoine Griezmann enchufó al Atlético, que buscó sin cesar la épica.
“El Cholo nos dijo que si marcábamos un gol se iba a crear un aureola positiva que nos iba a ayudar a levantar el partido y así ha sido el equipo”, reveló Juanfran al final del partido.
El gol de Griezmann acabó sentenciando el 1-2 y dejó más vivos que nunca a los Colchoneros. Simeone hizo su parte y mostró una vez más que el cholismo, no solo es futbol, sino una lección de fe. Ahora le toca al equipo hacer el resto en el Camp Nou, intentando lo que parece imposible: dar una voltereta y conseguir el pase a la final de la Copa del Rey.