Cristóbal Ortega
El Garrinchita fue un extremo derecho que, para Mario Lobo Zagallo parecía brasileño; Carlos Reinoso lo puso de volante de contención, zona en la que se convirtió en una leyenda.
Desde 1971, cuando Gilberto Gálves –encargado de la Primera Juvenil del América– descubrió a Cristóbal Ortega en un torneo llamado Interceptores, el joven delantero, rápido y habilidoso, pasaba por brasileño.
Eso se constató en 1974, cuando el Unión Coapa (representativo del América, en el que jugaba Ortega) sostuvo un partido amistoso contra las juveniles del Flamengo. Antes del juego, Panchito Hernández –secretario técnico del club crema– le pidió a su amigo, el célebre Mário Lobo Zagallo –técnico del primer equipo del Flamengo– un par de jóvenes prestados porque el Unión Coapa no iba completo.
El primer tiempo terminó 3-0 en favor del club mexicano. Zagallo –molesto– le reclamó al entrenador del Flamengo juvenil por no haberle hablado del extremo derecho prestado al Unión Coapa. El entrenador le aclaró que ese jugador –Cristóbal Ortega– era mexicano.
“Siempre fui rápido y habilidoso”, confirma Ortega Martínez, quien en ese mismo año fue recomendado por un ícono del América para integrarse al primer equipo…
“Yo solía entrenar con los chavos del equipo juvenil para ayudarles en su desarrollo. Entre ellos me gustó un extremo derecho enanito, le decían Garrinchita. Era Cristóbal”
Carlos Reinoso
El chileno sugirió a José Antonio Roca llevar al muchacho al primer equipo. El Míster aceptó y lo colocó de inicio para el juego de Copa contra el Ciudad Madero del 3 de octubre de 1974.
“Ese día el chaparrito la reventó”, recuerda Reinoso, en alusión al joven de 18 años que participó en el primer gol del triunfo americanista por 4-0. Ese fue el primero de los 711 partidos que Cristóbal Ortega disputó con América, el único club en sus 18 años de trayectoria.
De ofensivo a defensivo
Garrinchita fue extremo derecho hasta que Reinoso –en su faceta como técnico Águila– lo cambió de posición en plena temporada 1980-81 debido a la llegada del brasileño Batata, que también jugaba en esa posición.
“Mi padrinito me cambió a volante de contención. Al principio me resistí, yo no quería, pero le agarré el gusto porque me daba un panorama más amplio para explotar mi drible y salida. En esa zona jugué más de 10 años”.
Cristóbal Ortega
Como contención, Cristóbal fue pilar en la estupenda década de los 80 del América. La más brillante para él fue la temporada 1983-84 al ganar el Citlalli al Jugador más Caballeroso y al Mejor Volante Defensivo, además obtuvo la primera de las ligas conseguidas por el América en ese decenio.
La final fue contra Guadalajara y, según Ortega, fue el título que más disfrutó “porque nos vengamos del torneo anterior cuando ellos nos eliminaron en semifinales”.
Su profesionalismo lo hizo reconocer que debía retirarse al final de la temporada 1991-92, en la que solamente estuvo en tres partidos. “Ya no sentía el gusto por jugar y decidí retirarme”, recuerda Ortega quien ya no era considerado por el técnico en turno, el brasileño Paulo Roberto Falcao.
14 títulos ganó Cristóbal Ortega con América: Seis ligaS, tres Campeón de Campeones, tres copas de Concacaf y dos Copas Interamericanas
“Si América no me hubiera dado la oportunidad de jugar, no habría sido futbolista profesional porque no estaba en mis planes, pero aquí pasé una parte muy importante de mi vida. Este club me dio muchas cosas y eso es algo que recordaré siempre con amor”.
Cristóbal Ortega
Anécdotas
El Maestro siempre lo ayudó
Ortega cuenta que en sus primeros años en América llegaba a Tlalpan en tranvía y desde ahí caminaba a la casa club. “En ocasiones pasaba un Camaro tocando el claxon. Era Carlos Reinoso que me daba un aventón de una cuadra. Me sentía soñado”.
Americanista de corazón
“Antes de firmar mi primer contrato con América alguien de Cruz Azul me preguntó…”
-¿Cuánto ganas?
-2,000 pesos.
-Te damos 6,000.
-¡No! Yo juego en América por amor.
El descubrimiento
El debut en primera división fue el 13 de octubre de 1974 en el 2-2 contra Chivas; ese día, en la televisión, el célebre relator Ángel Fernández comentó: “Señoras y señores, hemos vivido en el error: ¡América descubrió a Cristóbal”.